El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, abrió la posibilidad de un recorte de tasas de interés en septiembre, destacando los riesgos crecientes en el mercado laboral pese a la persistente presión inflacionaria. En su discurso en la conferencia anual de Jackson Hole, Powell señaló que la estabilidad en la tasa de desempleo permite proceder con cautela, aunque advirtió sobre la necesidad de gestionar los efectos de los aranceles impulsados por Donald Trump.

Los contratos de futuros de la Fed ya descuentan con un 75% de probabilidad un recorte en la reunión del 16 y 17 de septiembre. Powell insistió en que la política se mantiene en terreno restrictivo y que la Reserva Federal debe equilibrar su doble mandato entre estabilidad de precios y pleno empleo.
El discurso se dio en un contexto marcado por la presión política. Trump y sus aliados han intensificado las demandas para abaratar el crédito, poniendo en entredicho la independencia de la Fed. A pesar de las críticas, Powell evitó entrar en la polémica y se concentró en explicar los fundamentos de la política monetaria.
Riesgos de inflación y cambios en el marco de la Fed
Powell advirtió que los efectos de los aranceles de Trump sobre los precios al consumidor ya son visibles, aunque podrían ser temporales. No obstante, alertó sobre el riesgo de que esas presiones se conviertan en un ciclo inflacionario más persistente. Este equilibrio entre la necesidad de apoyar al empleo y contener los precios será clave en la decisión de septiembre.
En su discurso también presentó ajustes al marco de política monetaria. Los cambios eliminan la tolerancia explícita a una inflación por encima del 2% para compensar periodos de baja inflación, enfoque adoptado en 2020.

Estos ajustes reflejan una postura más flexible ante los ciclos económicos, pero también más cautelosa frente a los riesgos de un repunte inflacionario. Powell dejó claro que la Fed no descarta subidas de tasas en caso de que el mercado laboral o los precios se descontrolen.
División entre autoridades y expectativas de recorte
Las declaraciones de Powell llegan en un momento de debate interno dentro de la Reserva Federal. Mientras figuras como Raphael Bostic (Fed de Atlanta) se muestran favorables a un único recorte este año, otros como Beth Hammack (Cleveland) y Jeff Schmid (Kansas City) advierten que los datos de inflación aún no justifican medidas expansivas.
La publicación de un débil informe de empleo en julio ha fortalecido la postura de quienes defienden una baja de tasas, entre ellos Mary Daly (San Francisco) y Neel Kashkari (Minneapolis).

El consenso entre analistas es que la decisión de septiembre será el momento más crítico del año para la política monetaria estadounidense. El mercado laboral debilitado, los efectos de los aranceles y la presión política de Trump se combinan en un escenario donde la Fed deberá demostrar independencia y capacidad técnica.
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