Un reciente informe de inteligencia filtrado por el grupo europeo de hackers BlackMoon reveló que Rusia y China están trabajando de manera conjunta en el desarrollo de un sistema automatizado de mando y control para operaciones aerotransportadas, con el objetivo explícito de preparar a las fuerzas paracaidistas del Ejército Popular de Liberación (PLA) para una eventual ofensiva contra Taiwán.
Los documentos —publicados en la cuenta de X de BlackMoon y verificados por el medio de investigación The Insider— describen el proyecto denominado “Sword 208”, que involucra a la empresa estatal rusa Rosoboronexport y a la corporación china China Electronics Technology Group (CETC), esta última sancionada por Estados Unidos por vínculos militares.
Un proyecto de tecnología rusa al servicio de Pekín
Según las filtraciones, Moscú transfirió a Beijing desde 2020 hasta 2024 equipos y conocimientos por un valor de 4,3 millones de euros (aprox. 5,1 millones de dólares). El paquete tecnológico incluye módulos para puestos de mando, sistemas de comunicaciones KAS-E y vehículos de combate aerotransportados BMD-E, todos adaptados para operaciones de desembarco aéreo.

La capacitación contemplaba más de 400 horas de instrucción teórica y práctica para 60 efectivos del PLA, enfocada en el uso de radios militares rusas R-187BE y R-188E, así como sistemas de comunicaciones satelitales Inmarsat. El objetivo: darle a China la capacidad de coordinar en tiempo real una operación aerotransportada de gran escala.
Una amenaza estratégica para Taiwán y sus aliados
El componente aéreo en un eventual ataque representa un cambio de paradigma en los escenarios de invasión a Taiwán. Hasta ahora, la mayoría de las hipótesis militares contemplaban un asalto anfibio utilizando ferris civiles y buques roll-on/roll-off para trasladar blindados y tropas. La incorporación de una ofensiva aerotransportada complicaría aún más la defensa de la isla y aumentaría el costo operativo para sus aliados.
Un funcionario del Departamento de Defensa estadounidense citado por The Washington Times advirtió que la PLA se está entrenando para ejecutar “la operación militar convencional más compleja conocida: un desembarco anfibio y aerotransportado bajo oposición”.

Contexto regional y posicionamiento internacional
Las filtraciones emergen en un momento en que China intensifica las operaciones militares alrededor de Taiwán, con vuelos diarios de aviones de combate y maniobras navales en el estrecho. El presidente Xi Jinping ha instruido a sus fuerzas armadas a estar listas para actuar contra la isla antes de 2027, mientras que Estados Unidos y sus aliados regionales refuerzan su postura disuasiva.
Por su parte, el gobierno taiwanés reaccionó con cautela. El vocero de la Cancillería, Hsiao Kuang-wei, reiteró que la seguridad de la isla “depende de fortalecer nuestras propias capacidades de defensa y resiliencia”, en respuesta a comentarios recientes del presidente estadounidense Donald Trump, quien aseguró que Xi le prometió no avanzar con una invasión durante su mandato.
El avance de la cooperación militar ruso-china en sistemas de mando y control subraya una nueva dimensión en la asociación estratégica entre Moscú y Pekín, que va más allá de la retórica política y apunta a la transferencia concreta de capacidades militares para escenarios de alta complejidad como la cuestión de Taiwán.
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