El líder norcoreano Kim Jong Un volvió a elevar la tensión en la península de Corea al ordenar la “rápida expansión” del programa nuclear de su país, coincidiendo con el inicio de los ejercicios militares conjuntos entre Estados Unidos y Corea del Sur. Según la agencia estatal KCNA, Kim advirtió que las maniobras constituyen “la manifestación más clara de la voluntad de iniciar una guerra” contra Pyongyang.
Ejercicios Ulchi Freedom Shield bajo fuego político
Las Fuerzas Armadas de Estados Unidos y Corea del Sur iniciaron el lunes el ejercicio anual Ulchi Freedom Shield, que se extenderá por 11 días e incluye maniobras de campo, simulaciones de puesto de mando y entrenamientos de defensa civil. En total participan unos 21.000 efectivos, de los cuales 18.000 son surcoreanos.

Estos entrenamientos son percibidos por Pyongyang como un “ensayo de invasión”, lo que ha motivado reiteradas amenazas de represalias. Kim afirmó que el entorno de seguridad en torno a la República Popular Democrática de Corea “se agrava día a día” y que la situación requiere “un cambio radical en la teoría y práctica militar, con una rápida expansión de la nuclearización”.
Modernización naval con capacidad nuclear
Las declaraciones del líder norcoreano se produjeron durante su visita al astillero de Nampo, donde inspeccionó el Choe Hyon, un destructor de 5.000 toneladas recientemente incorporado a la Armada norcoreana. El buque, de acuerdo con informes locales, está equipado con misiles antiaéreos, cañones navales de 127 mm y sistemas de lanzamiento capaces de portar misiles de crucero y balísticos con potencial nuclear.
Kim expresó satisfacción por el progreso de los “principales objetivos de modernización hacia una marina de alta tecnología y con capacidad nuclear”, y prometió acelerar la producción de buques similares. En abril, Corea del Norte había lanzado el Kang Kon, segundo destructor de la misma clase, que sufrió un accidente en su botadura y posteriormente fue reparado y reintroducido en junio.
Tensiones diplomáticas y rechazo a los gestos de Seúl
Las advertencias de Pyongyang llegan en un momento en que el presidente surcoreano Lee Jae Myung intenta reducir tensiones y restaurar canales de comunicación. En el aniversario número 80 de la liberación del dominio japonés, Lee afirmó que su gobierno “respetará el sistema político del Norte” y descartó buscar una “unificación por absorción”.

No obstante, la dirigencia norcoreana ha desestimado estos gestos. Kim Yo Jong, hermana del líder norcoreano y figura clave del régimen, criticó los intentos de acercamiento como un “sueño ilusorio” y volvió a apuntar contra la alianza militar entre Seúl y Washington.
Un programa nuclear sin límites
Desde noviembre pasado, Kim Jong Un declaró que fortalecería las capacidades nucleares “sin restricciones” para contrarrestar la presencia militar de Estados Unidos y sus aliados en la región. Este posicionamiento se consolidó tras el fracaso de los encuentros con Donald Trump durante su primer mandato presidencial, que no lograron detener el avance del programa nuclear norcoreano.
En la actualidad, Pyongyang también se ha alineado estratégicamente con Rusia, respaldando de manera abierta la guerra de Vladímir Putin en Ucrania y estrechando lazos en materia de defensa y cooperación militar.
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