En una entrevista exclusiva del ministro del Interior de Paraguay, Enrique Riera, a CNN Brasil, el funcionario confirmó que el país contará con un centro antiterrorista con el apoyo del FBI para recopilar inteligencia contra Hezbolá en la Triple Frontera con Brasil y Argentina. La Base Conjunta, destinada a contrarrestar a Hezbolá y otros grupos terroristas alineados con Irán, se establecerá en Asunción con 15 oficiales entrenados por el FBI.
“Paraguay tendrá un centro antiterrorista con apoyo del FBI. Hemos declarado a Hezbolá como organización terrorista, no solo a los hombres armados, sino a todos los miembros del partido”, afirmó Riera, subrayando que Paraguay colabora estrechamente con Estados Unidos en la lucha contra el terrorismo.

La supuesta existencia de células terroristas en la Triple Frontera es objeto de debate desde principios de los años 2000, con impacto directo en el turismo de Foz de Iguazú, Ciudad del Este e Iguazú. Sin embargo, el pasado mes de mayo, el gobierno de Donald Trump anunció una recompensa de hasta 10 millones de dólares por información sobre las redes financieras de Hezbolá en la frontera entre Argentina, Brasil y Paraguay, en un intento por desbaratar los mecanismos financieros de la organización.
Irán y Hezbolá en América Latina: poder blando, objetivos duros
La Triple Frontera ha sido denominada, desde hace tiempo, como una región clave para la presencia de grupos como Hezbolá, puntualmente para operaciones financieras y tráfico de armas. A ello se le suma la cooperación y apoyo de otras redes narcoterroristas transnacionales, como el Primer Comando Capital (PCC), con sede en Brasil.

Expertos en la materia, como Danny Citrinowiczh, investigador senior del INSS y exintegrante del aparato militar israelí, consideran que la amenaza de Hezbolá comienza a ser cada vez más palpable en América Latina, descrita como parte de una estrategia expansiva, silenciosa y multifacética.
Informes de inteligencia israelí sugieren que la Triple Frontera es clave para el financiamiento de operaciones terroristas, a través de lavado de dinero, contrabando y redes de apoyo logístico. Desde el INSS consideran relevante la posibilidad de que Irán utilice su relación con Venezuela para proyectar una amenaza hacia Guyana, país estratégicamente ubicado y en disputa territorial con Caracas, ya que utiliza su proyección de poder en la región a través de grupos proxys como Hezbolá.

Según Citrinowiczh, Irán y Hezbolá comparten su raíz chiíta, lo que les permite proyectar alianzas con base religiosa en múltiples regiones. Este vínculo se traduce en presencia efectiva sobre el terreno en Líbano, Siria, Yemen, pero también, cada vez más, en América Latina. Principalmente, porque “Irán necesita apoyarse en América Latina”, y lo hace a través de instituciones como universidades (como Al-Mustafa), ONGs (como Qard Al-Hassan) o la propia cancillería iraní.
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