Informes recientes evidencian el progresivo colapso del poder ruso en el Cáucaso Sur, región históricamente considerada como una zona de influencia directa del Kremlin. Mientras Armenia y Azerbaiyán profundizan su distanciamiento de Moscú y tejen nuevos vínculos con Occidente y Turquía respectivamente, el presidente Vladímir Putin recibió en Moscú al enviado especial de Donald Trump, Steve Witkoff, en un encuentro clave previo al ultimátum de la Casa Blanca: un acuerdo de paz inmediato o nuevas sanciones devastadoras.
El fin de la hegemonía rusa en el Cáucaso Sur
Desde el colapso de la Unión Soviética, Rusia ejerció un rol de árbitro entre Armenia y Azerbaiyán, interviniendo militarmente en Nagorno-Karabaj y vendiendo armas a ambos bandos. Sin embargo, los reveses diplomáticos y militares acumulados desde 2020 deterioraron de forma irreversible su autoridad. En 2022, Moscú no evitó el avance de Bakú en el enclave armenio. En 2023, tampoco intervino cuando más de 100.000 armenios huyeron tras un bloqueo que desembocó en la ocupación definitiva del territorio.

En 2025, Armenia y Azerbaiyán firmaron un acuerdo preliminar de paz sin mediación rusa, con respaldo directo de Washington. Ambos países comenzaron a cortar lazos con Moscú. Armenia abandonó el Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC), denunció una presunta operación golpista financiada desde Rusia, e inició conversaciones para integrarse a la Unión Europea. Azerbaiyán, por su parte, se alineó con Türkiye y profundizó su vínculo político, militar y energético con Ucrania.
Ruta de sanciones: el factor Armenia
Uno de los aspectos más delicados para Moscú es la pérdida de rutas críticas de evasión de sanciones. Armenia, miembro de la Unión Económica Euroasiática, se convirtió en un puente clandestino para la reexportación de componentes occidentales utilizados por Rusia en drones, misiles y cazas de combate. Chips, softwares y maquinaria industrial fueron triangulados por millones de dólares desde 2022 hasta hoy. Pero este canal se encuentra en riesgo ante el giro occidental de Ereván.
“Armenia ha sido central, voluntaria o no, en la capacidad rusa de sostener su maquinaria bélica bajo sanciones”, advirtieron analistas. Una desconexión total privaría al Kremlin de tecnología clave para sostener su esfuerzo de guerra en Ucrania, al tiempo que su imagen como potencia regional queda profundamente erosionada.
Tensiones con Azerbaiyán: del caso Grozni a la expulsión del FSB
El vínculo entre Moscú y Bakú también está en su punto más bajo. En diciembre de 2024, el derribo de un avión civil azerbaiyano en ruta a Grozni —atribuido a una batería Pantsir-S1 rusa— desató una ola de indignación. En junio de 2025, dos ciudadanos azerbaiyanos murieron presuntamente bajo tortura en Ekaterimburgo, mientras el gobierno de Aliyev expulsaba a dos presuntos agentes del FSB infiltrados en el medio Sputnik. Desde entonces, las amenazas de bloggers militares rusos y el apoyo diplomático de Zelenski a Bakú profundizaron la crisis bilateral.
El enviado de Trump y la presión final
En este contexto, el presidente estadounidense Donald Trump envió a su representante personal, el empresario Steve Witkoff, a Moscú para mantener una reunión directa con Putin. La visita se produce a días del plazo impuesto por la Casa Blanca para un acuerdo de paz en Ucrania: si Moscú no accede antes del viernes, enfrentará una nueva batería de sanciones económicas, incluyendo aranceles punitivos sobre las compras de petróleo por parte de India y China, principales clientes de la llamada “flota en la sombra” rusa.

“Si siguen financiando la máquina de guerra rusa, no voy a estar contento”, advirtió Trump en una entrevista con CNBC, deslizando además que analiza nuevos bloqueos al comercio de energía rusa.
La Casa Blanca también contempla atacar financieramente el sistema de transportes paralelos con el que Moscú sortea el embargo energético. La caída del precio del crudo y el fortalecimiento del rublo ya impactaron en las finanzas rusas: en julio, los ingresos por petróleo y gas cayeron un 30% interanual, por tercer mes consecutivo.
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