Steve Witkoff, el enviado especial del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, visitará Rusia este miércoles en una misión de último momento para presionar por el fin de la guerra en Ucrania. La visita a Moscú, confirmada por la agencia estatal rusa TASS y fuentes diplomáticas, se producirá justo antes del plazo impuesto por Trump, que vence este viernes 8 de agosto, y en medio de amenazas nucleares entre ambos países.

Recientes declaraciones del propio mandatario republicano advierten que si no se alcanzan avances concretos hacia un alto el fuego, Estados Unidos impondrá nuevas sanciones económicas que afectarán no solo a Rusia, sino también a sus principales socios comerciales, incluidos China e India. La diplomacia de Trump cambió de tono en las últimas semanas. Inicialmente convencido de poder alcanzar un acuerdo directo con el presidente ruso, Vladímir Putin, el líder estadounidense adoptó una retórica más confrontativa tras los recientes ataques rusos a zonas civiles en Ucrania.
En este contexto, la figura de Witkoff generó múltiples divisiones. En el pasado, mantuvo una relación cercana con Putin, lo que suscitó inquietudes en sectores aliados sobre su capacidad para enviar un mensaje contundente al liderazgo ruso. También participó en reuniones privadas con el mandatario ruso, incluso sin intérprete propio. Sin embargo, esta será su primera visita desde que Trump comenzó a exigir resultados concretos y amenazó con sanciones. El Kremlin ya confirmó su disposición a recibirlo, y no se descarta un encuentro directo con Putin en los próximos días.
Expectativa moderada en Ucrania por el enviado de Trump

Por otra parte, en Kiev, la expectativa en torno a la visita de Witkoff resultó ser moderada. Si bien no se confía en que logre avances inmediatos con Moscú, se percibe que el endurecimiento de la postura de Washington podría traducirse en un mayor respaldo militar y diplomático. El asesor presidencial ucraniano Mykhailo Podolyak señaló que si Rusia no muestra una voluntad real de negociar antes del viernes, Ucrania espera que se active la “logística irreversible” de sanciones secundarias, particularmente sobre el petróleo ruso.
Estados Unidos responde con fuerza a la retórica de Rusia
Mientras tanto, la rivalidad estratégica entre Estados Unidos y Rusia alcanzó un nuevo punto crítico con la intensificación de maniobras vinculadas al despliegue de submarinos nucleares. En una secuencia de eventos marcada por declaraciones de alto voltaje y decisiones operativas de fuerte impacto, ambas potencias elevaron el tono de su disputa con movimientos que reconfiguran el equilibrio de la disuasión global.
En respuesta a recientes amenazas del expresidente ruso Dmitri Medvédev, quien sugirió la posibilidad de activar sistemas de represalia automática ante un eventual ataque occidental, Estados Unidos ordenó él redespliegue de dos submarinos nucleares clase Ohio en zonas estratégicas. La decisión fue comunicada por el presidente Donald Trump, quien advirtió sobre las “consecuencias no deseadas” que podrían derivarse de la escalada verbal.
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