La Embajada británica en Argentina fue blanco de múltiples acusaciones en redes sociales, tras la difusión de un presunto comunicado del CONICET que vincularía al organismo científico con investigaciones en el Mar Argentino. Usuarios cuestionan el rol del Reino Unido en la financiación de estas actividades, mientras crecen las sospechas sobre un supuesto condicionamiento informativo en torno a la investigación científica nacional.
Usuarios señalan supuesta interferencia de la Embajada británica
El comunicado que circula en redes, señala que el CONICET estaría imposibilitado de realizar declaraciones públicas, técnicas o científicas sobre actividades de prospección y desarrollo petrolero en el Mar Argentino, debido a directivas “externas” presuntamente emitidas por la Embajada Británica. La limitación se enmarcaría en acuerdos institucionales que, de acuerdo con el texto, restringen la libre difusión de información sobre procesos geopolíticos y estratégicos que involucran intereses internacionales.

Aunque la autenticidad del comunicado aún no ha sido confirmada oficialmente por el CONICET ni por el gobierno argentino, la mención explícita a la Embajada del Reino Unido encendió las alarmas en redes sociales. El trasfondo geopolítico, con la cuestión Malvinas aún latente y el interés internacional en recursos del Atlántico Sur, alimenta las sospechas sobre posibles presiones externas en el ámbito científico argentino. El silencio institucional hasta el momento no ha hecho más que aumentar la especulación.
Hallazgos inéditos y ciencia abierta desde el fondo del océano
Mientras en redes crece la controversia sobre la presunta censura a investigaciones científicas, el CONICET lidera una de las campañas marinas más ambiciosas de su historia, completamente abierta al público. La expedición Oasis Submarinos del Cañón de Mar del Plata: Talud Continental IV se transmite en vivo por el canal de YouTube de Schmidt Ocean y permite observar en tiempo real la exploración de un ecosistema desconocido a más de 1.200 metros de profundidad. Equipado con el buque de investigación Falkor (too) y el vehículo submarino ROV SuBastian, el equipo ya registró comportamientos inéditos de peces abisales y restos humanos e industriales.

La expedición busca estudiar la distribución de especies y su vínculo con variables ambientales, topográficas y oceanográficas, mientras produce material educativo en 3D para escuelas y museos. Todo el contenido se publicará en repositorios abiertos como OBIS y GenBank. La transmisión estará disponible hasta el 10 de agosto, y marca un hito en términos de acceso público a la ciencia marina, contrastando con el supuesto hermetismo que denuncian algunos sectores.
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Total injerencia , hasta el barco está radicado en un paraíso fiscal.