Al menos cuatro buques tanque cargados con crudo ruso permanecen fondeados frente a la costa oeste de India, en un momento en que las crecientes presiones de Estados Unidos y la Unión Europea apuntan directamente a las importaciones energéticas del país asiático. Las embarcaciones, identificadas como Achilles, Elyte, Destan y Horae, trasladan petróleo del tipo Urals, exportado desde los puertos rusos de Primorsk y Ust-Luga, y su actual inactividad refleja la creciente complejidad geopolítica en torno al comercio de hidrocarburos.
Los Achilles y Elyte, ambos del tipo Aframax con una capacidad estimada de 700.000 barriles cada uno, están actualmente anclados frente a las cercanías del puerto de Jamnagar, en el estado indio de Guyarat, según datos de seguimiento marítimo recopilados por Bloomberg. Estos buques tenían previsto descargar su carga en el puerto de Sikka entre el 2 y el 3 de agosto. Sikka es un nodo logístico clave para Reliance Industries y Bharat Petroleum Corporation Limited (BPCL), dos de las principales refinerías del país.

Tanto el Achilles como el Elyte ya han sido sancionados por la Unión Europea y el Reino Unido, lo que complica su descarga y su integración al sistema comercial indio. A estos se suman los tanqueros Destan, también sancionado, y Horae, aún libre de restricciones internacionales, que permanecen a mayor distancia en aguas del océano Índico a la espera de nuevas instrucciones. Todos ellos transportan crudo tipo Urals, uno de los principales productos de exportación energética del Kremlin.
India, que obtiene más de un 35% de su petróleo de Rusia, ha quedado en el centro de la controversia luego de que el gobierno de Donald Trump impusiera nuevos aranceles a las importaciones indias, citando como motivo la continuación de estas compras. Además, Washington ha amenazado con sanciones adicionales no especificadas si Nueva Delhi no reduce su dependencia del crudo ruso. En respuesta, el gobierno indio solicitó a sus principales refinerías que elaboren planes alternativos de abastecimiento, explorando otras fuentes de petróleo fuera del círculo de influencia de Moscú.
Este episodio se produce tras la entrada en vigor de una nueva ronda de sanciones europeas en julio, las cuales buscan intensificar el aislamiento económico de Rusia en respuesta a la prolongación del conflicto en Ucrania. La aplicación de estas medidas también busca restringir la capacidad de Moscú de financiar su esfuerzo bélico a través de las exportaciones energéticas, particularmente hacia países que aún no forman parte del régimen de sanciones.
Por el momento, ni Reliance Industries ni BPCL han emitido comentarios oficiales respecto de la situación de los buques fondeados. No obstante, fuentes del sector energético indio aseguran que las negociaciones con el gobierno están en curso, en busca de una solución que minimice tanto los costos financieros como las tensiones diplomáticas.
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