Las relaciones comerciales entre EE.UU. y la Unión Europea atraviesan un nuevo momento de tensión tras el anuncio de represalias por parte del bloque europeo frente a los aranceles del 30% que Washington planea imponer en agosto. Mientras las negociaciones continúan, el secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, restó dramatismo a la amenaza europea, calificándola como una “táctica de negociación”, aunque Bruselas insiste en que está preparada para responder con medidas contundentes.
EE.UU. endurece su postura mientras Europa responde con posibles represalias
Desde su regreso a la Casa Blanca, Donald Trump ha intensificado su política comercial proteccionista, reviviendo la amenaza de nuevos aranceles para forzar pactos bilaterales más favorables. En este contexto, el secretario del Tesoro, Scott Bessent, aseguró que las conversaciones con la Unión Europea van “mejor que antes”, pese a que Bruselas advirtió que responderá con represalias que podrían afectar bienes estadounidenses por más de 90.000 millones de euros. Entre los productos bajo análisis se encuentran vehículos, maquinaria, aviones y productos agroalimentarios, incluido el emblemático whisky bourbon.

Siguiendo la línea de Bessent, la reacción europea forma parte del juego negociador, y consideró que Bruselas aún no ha presentado una propuesta equivalente a la que ofreció Japón, con quien Washington acordó recientemente una rebaja arancelaria a cambio de inversiones estratégicas. Sin embargo, el bloque ya advirtió que sus medidas entrarían en vigor apenas una semana después de que se activen los aranceles estadounidenses, fijados para el 1 de agosto. En paralelo, la UE mantiene su prioridad en seguir dialogando, pero sin descartar escenarios de escalada.
Bruselas aspira a un pacto a 15 % como alternativa a la escalada
Según fuentes diplomáticas de la Unión Europea, ambas partes estarían cerca de cerrar un acuerdo que reemplazaría la amenaza de aranceles del 30% con una tarifa general del 15% para las importaciones europeas a EE.UU. Este marco seguiría el patrón del mencionado reciente pacto con Japón, permitiendo exenciones sectoriales (como automóviles, aeronaves y farmacéuticos), y ofreciendo un alivio relativo en comparación con el incremento abrupto que Bruselas había advertido que activaría represalias por valor de 93 mil millones de euros a partir del 7 de agosto.

En este contexto, la designación de “táctica de negociación” que efectuó el secretario del Tesoro de estadounidense sobre los anuncios de represalias europeas cobra aún más sentido. EE.UU. estaría presentando una oferta intermedia mientras evalúa si Bruselas puede replicar el arquetipo japonés. Si bien el mercado reaccionó con optimismo, incluyendo la subida casi un 1% del índice S&P 500, el mecanismo de contención de represalias sigue activo, lo que mantiene presión sobre ambas delegaciones para cerrar un acuerdo antes del 1 de agosto.
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