Australia y el Reino Unido se disponen a firmar un acuerdo de cooperación en defensa valuado en 27.000 millones de dólares, centrado en la construcción conjunta de submarinos de propulsión nuclear bajo el marco del pacto AUKUS. Este tratado histórico no solo consolida la alianza bilateral, sino que refuerza el compromiso de ambas naciones con la estabilidad en el Indo-Pacífico, una región marcada por la creciente competencia estratégica, particularmente con China.
El acuerdo se enmarca en las Consultas Ministeriales Anuales entre Australia y el Reino Unido (AUKMIN), que este año tienen lugar en Sídney. Allí, el ministro de Defensa australiano, Richard Marles, y la canciller Penny Wong recibirán a sus pares británicos, el secretario de Defensa John Healey y el secretario de Relaciones Exteriores, David Lammy. Según lo previsto, ambas delegaciones ofrecerán una conferencia de prensa conjunta en Admiralty House tras la firma del tratado.

El núcleo del acuerdo reside en la colaboración para diseñar y fabricar una nueva clase de submarinos de ataque, convencionales en armamento pero propulsados por energía nuclear, denominados SSN-AUKUS. Se estima que esta iniciativa representará hasta 20.000 millones de libras esterlinas en exportaciones para el Reino Unido en los próximos 25 años, según un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores británico.
De acuerdo con The Times, el Reino Unido planea construir hasta una docena de estos submarinos, que serán operados tanto por la Royal Navy como por la Armada Australiana. El desarrollo y despliegue de los SSN-AUKUS constituye una pieza clave para garantizar la continuidad del acuerdo AUKUS, actualmente bajo revisión por parte del Pentágono. La administración de Donald Trump, en su segundo mandato, ha impulsado una revisión general del pacto con el objetivo de redistribuir responsabilidades entre aliados y fortalecer la base industrial de defensa de Estados Unidos.
Como parte del acuerdo AUKUS, firmado originalmente en 2021, Estados Unidos se comprometió a vender una flota de submarinos de la clase Virginia a Australia, con entregas programadas para la primera mitad de la década de 2030. Posteriormente, comenzará la producción conjunta entre Australia y el Reino Unido del modelo SSN-AUKUS, cuya entrada en servicio está prevista para principios de la década de 2040.
Desde el Reino Unido, el secretario de Defensa John Healey calificó el tratado como una confirmación del compromiso AUKUS para las próximas cinco décadas. En su punto más álgido, más de 21.000 trabajadores participarán en el programa de submarinos nucleares en territorio británico, lo que también representa una inyección considerable en su economía industrial y de defensa.

El contexto geopolítico del Indo-Pacífico otorga una dimensión adicional a este acuerdo. La creciente militarización de China, sus disputas territoriales en el Mar de China Meridional y los esfuerzos por proyectar poder en el Pacífico occidental han llevado a Australia y sus socios a fortalecer sus capacidades disuasorias. En ese marco, AUKMIN 2025 también apunta a coordinar estrategias frente a los desafíos emergentes en la región y construir una visión compartida de seguridad.
Como muestra del creciente alineamiento estratégico, el domingo posterior a la firma del acuerdo, los ministros de Defensa y Relaciones Exteriores de ambos países visitarán la ciudad de Darwin, en el norte australiano, para presenciar el despliegue del UK Carrier Strike Group como parte del ejercicio militar conjunto Talisman Sabre 2025, una de las maniobras más relevantes de la región.
Este nuevo capítulo en la cooperación entre Australia y el Reino Unido refuerza la arquitectura de defensa colectiva en el Indo-Pacífico y lanza un mensaje claro sobre el compromiso de ambas naciones con el equilibrio estratégico, la interoperabilidad militar y la estabilidad regional.
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