Se descubrió un nuevo capítulo de la cooperación entre Rusia y China en el marco de la guerra en Ucrania, la Dirección de Inteligencia del Ministerio de Defensa ucraniano (GUR, por sus siglas en ucraniano) aseguró haber recuperado drones señuelo utilizados por Moscú, cuya particularidad reside en estar compuestos íntegramente por piezas de fabricación china. Se trataría de la primera vez que Ucrania detecta una aeronave no tripulada de uso militar ruso construida al 100% con insumos de origen chino.
Según informó el GUR, los drones recuperados presentan un diseño alar tipo delta y recuerdan, en forma lejana, al ya conocido Shahed-136 iraní. Sin embargo, estos dispositivos son considerablemente más pequeños y cumplen una función esencialmente táctica: saturar los sistemas de defensa aérea ucranianos. Además, podrían portar una carga explosiva de hasta 15 kilos, lo que incrementa su peligrosidad en caso de penetrar los sistemas de detección.
Dominio chino en los componentes
De acuerdo con el proyecto War&Sanctions del GUR, encargado de rastrear la procedencia de partes extranjeras en el armamento ruso, todos los componentes identificados en los drones provienen de China. En uno de los aparatos analizados, casi la mitad de las piezas fueron fabricadas por CUAV Technology, una empresa que se define como desarrolladora de tecnologías abiertas en sistemas no tripulados. Entre las partes identificadas se incluyen controladores de vuelo con sistemas de piloto automático, módulos de navegación, antenas y sensores de velocidad.
Paradójicamente, CUAV había anunciado en octubre de 2022 restricciones a la exportación de sus productos hacia Rusia y Ucrania para evitar su empleo con fines militares. No obstante, en 2023 Moscú presentó un dron de despegue vertical supuestamente de diseño nacional, que resultó ser un modelo comercial de CUAV adquirido a través de AliExpress. La novedad de este nuevo señuelo radica en que ya no se trata de una simple compra off-the-shelf, sino de un esquema de producción autóctona utilizando componentes importados.
Inteligencia artificial, fibra óptica y transferencia encubierta
Este hallazgo se suma a una tendencia más amplia: la creciente transferencia tecnológica desde China hacia Rusia, que incluye desde microprocesadores hasta sistemas de inteligencia artificial (IA) aplicados al reconocimiento y selección autónoma de blancos. El mes pasado, el GUR identificó un dron kamikaze ruso V2U con capacidad de búsqueda automática de objetivos, alimentado por un minicomputador chino Leetop A203 y un procesador NVIDIA Jetson Orin de origen estadounidense.
Además, China estaría facilitando a Rusia la extensión del alcance de sus drones mediante la provisión de carretes de fibra óptica, capaces de mantener el control de los vehículos aéreos hasta una distancia de 50 kilómetros. Estos sistemas son altamente resistentes a las contramedidas electrónicas y no dependen de señales de radio, lo que dificulta su detección e interferencia.
Una estrategia sistémica de dependencia tecnológica
La utilización de piezas extranjeras en armamento ruso no es un fenómeno nuevo. El GUR ha documentado casos en los que sistemas como los drones Shahed-136, misiles de crucero Banderol S-8000, helicópteros Ka-52 o el UAV furtivo S-70 Okhotnik-B incluían componentes de Estados Unidos, Irán, Suiza, Taiwán, Japón y Corea del Sur. A pesar de las sanciones impuestas desde el inicio de la invasión, Moscú ha logrado reconvertir su cadena de suministro para depender cada vez más del mercado chino.

El informe también recuerda que China ha proporcionado sistemas completos, como un láser antidrone de origen chino similar al suministrado previamente a Irán, cuya presencia fue detectada en manos rusas en mayo de este año.
Geopolítica de la ambigüedad: China, entre la neutralidad declarada y el apoyo tácito
Oficialmente, Pekín se ha mantenido neutral frente al conflicto. Sin embargo, las declaraciones privadas del canciller chino Wang Yi durante una reunión con su par de la Unión Europea en Bruselas revelan una preocupación clara: que una derrota rusa permitiría a Estados Unidos redirigir su atención estratégica hacia Asia y, en particular, hacia la rivalidad con China. Según CNN, Wang habría sugerido que Beijing preferiría una guerra prolongada en Ucrania que desvíe los recursos y el foco de Washington.
En comparación con el apoyo directo de Corea del Norte —que incluye misiles, artillería y tropas—, la asistencia china se estructura en términos de transferencia tecnológica, electrónica y know-how, vitales para sostener el aparato militar-industrial ruso en tiempos de guerra total.
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