El Reino Unido encabezó un comunicado internacional junto a otros 27 países —entre ellos Australia, Canadá, Francia, Japón, Nueva Zelanda y Suiza— exigiendo el fin inmediato del conflicto en Gaza. En una declaración conjunta, calificaron como “peligroso” el modelo de reparto de ayuda implementado por Israel y denunciaron violaciones a los derechos humanos como “alimentación gradual y asesinato inhumano de civiles” en fila por comida y agua.

En este sentido, el comunicado advierte que el sufrimiento de la población “ha alcanzado nuevas profundidades” y expresa su “horror” ante las cifras que revelan que más de 800 palestinos murieron mientras intentaban obtener ayuda. Además, la ONU documentó 875 muertes vinculadas a centros de distribución de la entidad GHF desde fines de mayo.
El ministro británico de Asuntos Exteriores, David Lammy, declaró ante la Cámara de los Comunes que Gaza enfrenta una “letanía de horrores” y señaló que los ataques mataron a “niños desesperados y hambrientos”. Aunque confirmó su apoyo a la seguridad de Israel, afirmó que las acciones del gobierno israelí estaban “causando un daño incalculable a su reputación y socavando la seguridad a largo plazo”.
El portavoz de la ONU, reportando también al secretario general António Guterres, afirmó sentirse “horrorizado” por la crisis humanitaria, describiendo los últimos recursos de subsistencia como “colapsados” y exigiendo que Israel cumpla su obligación legal de facilitar toda ayuda humanitaria posible.

Por su parte, tanto Israel como la GHF rechazaron las acusaciones. El Ministerio de Asuntos Exteriores calificó la declaración internacional como “desconectada de la realidad” y responsabilizó a Hamás por obstaculizar la distribución y prolongar el conflicto. También afirmaron que los disparos fueron advertencias para contener a “multitudes amenazantes”.
Desde octubre de 2023, cuando inició el conflicto tras el ataque de Hamás en Israel, murieron en Gaza al menos 59.000 personas, según cifras del Ministerio de Salud local. En este contexto, los países firmantes exigen un alto el fuego inmediato, incondicional y permanente, rechazan cualquier forma de desplazamiento forzoso y expresan su disposición a adoptar medidas diplomáticas o políticas adicionales en apoyo a una solución duradera.
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