Un nuevo capítulo en la creciente tensión del Indo-Pacífico se abrió tras el encuentro entre el portaaviones nuclear Charles de Gaulle, de Francia, y una importante flota naval de China, incluyendo al buque insignia Shandong. El episodio ocurrió durante la misión Clemenceau 25. Mientras el grupo de ataque francés cruzaba el estrecho de Luzón, era estrechamente monitoreado por fuerzas navales chinas. Este despliegue sin confrontación directa reafirma la disputa estratégica por el control marítimo en una región clave para la seguridad y el comercio global.
Tensión latente en el estrecho de Luzón durante la misión francesa Clemenceau 25
Durante su despliegue en el Mar de China Meridional, el grupo de ataque del portaaviones francés FS Charles de Gaulle fue rápidamente interceptado por la Armada de China. Apenas cruzó el estratégico estrecho de Luzón, buques de guerra chinos, entre ellos, de acuerdo a estimaciones del propio personal francés, al menos 30 a 40 unidades navales, incluyendo fragatas, destructores y un portaaviones chino, identificado extraoficialmente como el CNS Shandong, siguieron de cerca a la flota francesa. El encuentro sucedió en marzo, aunque medios británicos y chinos lo reportaron públicamente en julio.

Esta fue la primera vez desde los años 60 que un portaaviones francés navegó en aguas del Indo-Pacífico, y su presencia no pasó desapercibida. La misión Clemenceau 25, presentada por París como un gesto de reafirmación de intereses estratégicos y no como una provocación, fue percibida en cambio por China como una señal de alineamiento con la estrategia Indo-Pacífica de EE.UU. Si bien no se registraron incidentes, el despliegue masivo de unidades chinas dejó en claro que la región no es terreno pasivo.
Una misión vigilada que expone el juego de poder en Asia
Mientras el grupo de ataque liderado por el FS Charles de Gaulle avanzaba por el estrecho de Luzón, una fragata de la Armada china lo siguió de cerca. Esto confirmó el patrón de vigilancia que China ejerce sobre unidades de la OTAN en la región. Este seguimiento se realizó en uno de los pasos marítimos más estratégicos del Indo-Pacífico, punto de conexión entre el Mar de Filipinas y el Mar de China Meridional. La misión francesa busca mantener una presencia continua de Europa en el Indo-Pacífico, en coordinación con sus aliados regionales.

El despliegue del Charles de Gaulle, iniciado en noviembre de 2024, incluyó ejercicios conjuntos con EE.UU. y Japón en el Mar de Filipinas y maniobras bilaterales con Filipinas dentro de su zona económica exclusiva. A pesar de la tensión latente, la flota gala evitó cruzar el estrecho de Taiwán. Esta última es una línea roja que China considera clave para su seguridad nacional. Mientras tanto, Pekín acusa a la OTAN de ampliar su influencia más allá de sus límites geográficos, advirtiendo que esta política podría desestabilizar la región.
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