Luego de un reciente escándalo propiciado por altos mandos del Ejército Popular de Liberación (EPL) de China, la Comisión Militar Central (CMC) del país ha publicado una nueva serie de normas para “reforzar la lealtad política” de los oficiales. Publicado en el diario oficial PLA Daily, se subraya la importancia de que los funcionarios del Partido Comunista integrados en el ejército “actúen con imparcialidad e integridad en asuntos de personal y den ejemplo”.

El CMC, máximo órgano militar chino, impulsó las nuevas normativas en pos de trazar “claras líneas rojas políticas” y una marcada frontera en el ejercicio del poder. Estos límites definidos en las interacciones sociales representan, técnicamente, “un compromiso solemne para todo el ejército”.
Los objetivos de las nuevas normativas
Según el PLA Daily, los cuadros deben “dar ejemplo con sus propias acciones, inspirar a las tropas y ganarse la confianza de oficiales y soldados con una fuerte ética de trabajo y una imagen ejemplar”. Además, el medioa firma que “las regulaciones sobre la promoción vigorosa de las buenas tradiciones, la eliminación total de las influencias tóxicas y la reconstrucción de la imagen y la autoridad de los cuadros políticos” establecen “normas estrictas para los cuadros políticos”, quienes son los que deben “tomar la iniciativa en la construcción de la credibilidad y eliminar estrictamente las malas prácticas”.

En múltiples ocasiones, el presidente Xi Jinping ha insistido repetidamente en la importancia de la lealtad al partido para reforzar el control y apoyar el objetivo de China de convertirse en una superpotencia militar. Pero las directrices recientes se enmarcan en un proceso de larga data: tal y como fue mencionado anteriormente, existe una “purga anticorrupción” que, desde hace tiempo, ha puesto bajo investigación a diversos funcionarios del EPL.
Remociones en cadena y escándalos en el EPL
Desde su llegada al poder en 2012, Xi Jinping se propuso transformar al EPL en una fuerza militar capaz de competir con otros países, y por ende lanzó una campaña masiva contra la corrupción. Esta idea no fue ejecutada sólo dentro del Partido Comunista, sino también en el ejército.
Su objetivo declarado era consolidar un ejército leal, eficiente y libre de las prácticas corruptas que habían socavado su funcionamiento durante décadas. Y, en los últimos 18 meses, esa ofensiva alcanzó múltiples niveles.

Entre diciembre de 2023 y julio de 2025, al menos tres ministros de Defensa fueron desplazados: Wei Fenghe (expulsado del Partido en 2023 por abuso de poder en la Fuerza de Cohetes), Li Shangfu (removido en octubre de 2023 tras solo siete meses de gestión por sobornos en contratos armamentísticos) y Dong Jun, quien asumió en diciembre de 2023 pero enfrenta ya una investigación que amenaza con replicar el patrón.
Esta “oleada de purgas” también llegó al Congreso Nacional del Pueblo, donde 16 delegados militares fueron apartados desde marzo de 2023. Entre ellos, se encontraba Li Hanjun ( jefe de Estado Mayor de la Armada) y He Weidong (vicepresidente de la Comisión Militar Central y miembro del Politburó), que “desaparecieron” de la escena pública este año, sin confirmación oficial de su situación.
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