A un año del primer cargamento del proyecto ruso Arctic LNG 2, la falta de compradores persiste y plantea serios desafíos para los planes energéticos de Moscú. Aun así, la terminal ubicada en Utrenniy continúa sus operaciones con el arribo del metanero Voskhod el 16 de julio, el segundo en cargar gas natural licuado (GNL) este verano.

Pese a este despliegue operativo, más de un millón de metros cúbicos de GNL siguen almacenados a bordo de buques flotantes de la FSU, como el Saam y el Koryak, sin haber encontrado destino comercial. Transportistas adicionales permanecen anclados sin compradores, reflejando el limitado éxito de Rusia en colocar su producción en los mercados globales bajo las sanciones occidentales.
Una flota en la sombra que ya no se oculta
A diferencia de lo sucedido en 2023, cuando varios buques desactivaban sus sistemas AIS o ingresaban a la terminal sin permisos oficiales, la actividad reciente muestra un giro hacia una mayor visibilidad.

El Voskhod abandonó el 14 de julio su tradicional área de operaciones, cruzando el sur de Nueva Zembla y alcanzando la bahía de Ob sin interferencias, beneficiado por la reducción estacional del hielo ártico. Desde su anterior estadía en el mar de Barents y pasos intermitentes por Múrmansk, este y otros buques parecen haber sido reactivados para evitar una parálisis logística.
Novatek apuesta a mantener operaciones mediante almacenamiento flotante
Con un ritmo de producción que se ha incrementado desde mayo y almacenamiento flotante aún disponible para al menos dos meses, Novatek continúa apostando a sostener el proyecto pese al bloqueo comercial. Algunos de los buques no aptos para hielo, como East Energy, Sputnik Energy y Nova Energy, se encuentran actualmente en astilleros chinos y se espera que vuelvan a operar pronto.

A medida que Rusia busca afianzar su presencia energética en Asia y mantener su influencia en el mercado global del gas, el caso del Arctic LNG 2 ilustra los límites estructurales y diplomáticos que enfrenta en un contexto dominado por sanciones, desconfianza internacional y sobrecapacidad flotante.
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