La industria energética de China marcó un nuevo hito con la exportación de 24 anclas de succión de aguas profundas a Brasil, destinadas a asegurar plataformas en el campo petrolero offshore de Mero, uno de los mayores del país sudamericano. La operación fue liderada por la Corporación Nacional de Petróleo Offshore de China (CNOOC), el mayor productor offshore del gigante asiático, y representa un avance dentro de la estrategia industrial Made in China 2025, que apunta a posicionar a China como líder global en tecnología energética.

Según informó la cadena estatal CCTV, las anclas —también conocidas como cajones de succión— están diseñadas para operar a profundidades de hasta 2.000 metros y fueron fabricadas en la base de aguas profundas de CNOOC en Zhuhai, provincia de Guangdong. Esta es la primera vez que China exporta este tipo de equipamiento de última generación, lo que refleja el creciente nivel de sofisticación tecnológica de su industria offshore.
En este sentido, la operación evidencia los avances de China en la industria petrolera y el fortalecimiento de sus vínculos energéticos con Brasil. En 2024, el petróleo superó a la soja como el principal producto de exportación brasileño, y China se consolidó como su mayor comprador, absorbiendo el 44% del total exportado, según datos del Ministerio de Desarrollo, Industria, Comercio y Servicios de Brasil.

En abril, el presidente ejecutivo de Petrobras, Jean Paul Prates, visitó Beijing para profundizar las relaciones con empresas chinas e impulsar inversiones en el sector de petróleo y gas, especialmente en proyectos offshore. Un mes después, Brasil anunció una inversión de 1.000 millones de dólares de la empresa china Envision Energy para la producción de combustible de aviación sostenible, señal de un interés creciente por diversificar la cooperación energética bilateral.
Este acercamiento se da en un contexto de tensiones crecientes entre Brasil y Estados Unidos. La reciente amenaza del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de imponer aranceles del 50% a productos brasileños ha encendido alarmas en el sector energético. En 2024, el 13% de las exportaciones petroleras brasileñas fueron destinadas a EE.UU., por un total de 5.830 millones de dólares. Una guerra comercial con Washington podría impulsar a Brasil a fortalecer aún más sus lazos con China y el bloque BRICS.
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