Desde que el presidente de los Estados Unidos Donald Trump le advirtió a Europa que tendría que empezar a valerse por sí misma, la Unión Europea ha comenzado a tomar ciertas medidas tendientes a inversiones en materia de defensa y seguridad rodeando el 3% del PBI de cada país perteneciente al organismo.
Desde la UE publicaron un documento para ampliar la inversión en materia de defensa y seguridad donde aseguran que el propósito es “poder hacerle frente a Rusia”.
La decisión fue tomada por los ministros de Finanzas de la Unión Europea (Ecofin), y los países del bloque que se beneficiarán de esta disposición son Bélgica, Bulgaria, Croacia, Chequia, Dinamarca, Estonia, Finlandia, Grecia, Hungría, Letonia, Lituania, Polonia, Portugal, Eslovaquia y Eslovenia, según informó el Consejo de la UE, organismo que representa a los gobiernos. Por su parte, Alemania también solicitó esta flexibilidad en materia presupuestaria, pero su caso será evaluado una vez que el Ejecutivo de Friedrich Merz acuerde con la Comisión Europea un plan de ajuste fiscal a mediano plazo.
“Esta iniciativa es fundamental para seguir priorizando las inversiones en nuestras capacidades de defensa. La activación de las cláusulas de escape a nivel nacional permitirá a los países miembros incrementar su gasto en defensa sin comprometer la sostenibilidad de sus finanzas públicas”, subrayó Stephanie Lose, ministra de Finanzas de Dinamarca, país que ejerce la presidencia rotativa de la Unión Europea hasta fin de año.
Además, La Comisión Europea dio a conocer el denominado Libro Blanco un documento estratégico que busca delinear cómo el bloque y sus Estados miembros pueden reforzar su capacidad defensiva de cara al año 2030. Entre los principales motivos que impulsan esta iniciativa se encuentra la amenaza que representa Rusia. En el texto se advierte que “si Rusia logra cumplir sus objetivos en Ucrania, continuará expandiendo sus ambiciones territoriales. Representará una amenaza clave para la seguridad europea en el futuro previsible”.
No obstante, el documento no será suficiente por sí solo para frenar a Vladimir Putin; es necesario traducir los planes en acciones concretas, afirmó el Comisario de Defensa de la UE, Andrius Kubilius. Además, alertó que ciertos servicios de inteligencia del continente consideran posible que Rusia intente poner a prueba el compromiso de la OTAN antes de 2030.
La Comisión Europea identificó áreas clave en las que los Estados miembros deben reforzar sus capacidades. Entre ellas se destacan la defensa aérea, la defensa contra misiles, los sistemas de artillería y el uso de drones.
El organismo europeo remarcó que, en cuestiones de defensa, la responsabilidad principal sigue recayendo en los Estados miembros. Sin embargo, se busca optimizar el uso de los recursos disponibles mediante una mayor cooperación, que incluya el desarrollo, la producción y la comercialización conjunta de sistemas de armamento.
Los países bálticos ya manifestaron su respaldo a la iniciativa: Estonia, Letonia y Lituania se comprometieron a elevar su gasto en defensa hasta alcanzar el 5% del PBI en los próximos años, según informó la cadena pública letona LSM.
En tanto, Polonia ya asignó más del 4% de su PBI al área de defensa en 2024. Francia, por su parte, que actualmente invierte el 2,1% de su PBI en este sector, proyecta un incremento de más de 3.000 millones de euros anuales en su presupuesto militar para el período 2024-2030. Alemania también incrementó su gasto en defensa un 28% en 2024, y el canciller Friedrich Merz aseguró en su primer discurso que tiene como meta convertir al Bundeswehr en el ejército convencional más poderoso de Europa. Finlandia, en una medida preventiva, comenzó la construcción de una valla metálica a lo largo de los 1.340 kilómetros que comparte de frontera con Rusia, mientras que España planea invertir 14.000 millones de euros para modernizar el equipamiento y mejorar las condiciones laborales de sus fuerzas armadas.
En ese marco, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, propuso la creación de un eventual “omnibus de Defensa”, una iniciativa destinada a simplificar la normativa y los procedimientos en el ámbito europeo de defensa. La propuesta seguiría una lógica similar a la aplicada recientemente por Bruselas para flexibilizar ciertas regulaciones ambientales, abarcando desde los procesos de certificación hasta la revisión de contratos vigentes.
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