Un funcionario religioso iraní designado por el Estado desató una nueva controversia internacional al ofrecer una recompensa para quien “lleve la cabeza de Trump”, según informó el medio opositor Iranian International y la agencia estatal Hawzah. Aunque la veracidad no pudo ser confirmada de forma independiente por Newsweek, los reportes alimentan la creciente retórica agresiva desde Irán hacia el expresidente estadounidense, ahora nuevamente en funciones.
Tal como expuso el medio, el clérigo Mansour Emami, radicado en la provincia de Azerbaiyán Occidental, emitió su amenaza en el contexto de los recientes enfrentamientos armados entre Israel e Irán. La “guerra de 12 días” incluyó ataques israelíes contra instalaciones nucleares iraníes, seguidos por una masiva ofensiva aérea de Teherán.
Un contexto explosivo: drones, amenazas y fatwas
Las declaraciones de Emami no son aisladas. En las últimas semanas, varios referentes iraníes, tanto políticos como religiosos, han hecho llamados públicos a asesinar al presidente Trump. Uno de los más notorios fue la fatwa emitida por el Gran Ayatolá Naser Makarem Shirazi, extendida también contra el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu. Aunque el presidente iraní Masoud Pezeshkian intentó restarle importancia, asegurando que “no tiene relación con el gobierno o el líder supremo”, la tensión no ha disminuido.

La situación se agrava con declaraciones de alto perfil como las del asesor de Khamenei, Mohammad-Javad Larijani, quien advirtió en televisión estatal que Trump “ya no puede tomar sol en Mar-a-Lago” sin correr riesgo de ser atacado por un microdron. A esto se sumó el informe del Departamento de Seguridad Nacional de EE.UU., que alertó sobre la voluntad de Irán de atacar a funcionarios estadounidenses vinculados al asesinato del general Qasem Soleimani en 2020, ordenado por Trump.
La Casa Blanca responde y crece la presión en el Congreso
El senador republicano Jim Risch, presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, calificó las amenazas iraníes como “completamente inaceptables”. Trump, por su parte, minimizó las amenazas durante una conferencia, aunque admitió que podrían ser reales: “No estoy seguro si fue una amenaza, pero tal vez lo sea”.
El tema también tiene un componente simbólico: el expresidente ha reiterado en varias ocasiones que su vida está bajo amenaza directa de Irán. Antes de su reelección en 2024, afirmó públicamente que “ya se habían hecho movimientos” por parte de Irán que no funcionaron, pero que volverían a intentarlo.

Campaña online: fondos millonarios para asesinar a Trump
Uno de los aspectos más inquietantes de esta escalada es la supuesta campaña de financiamiento público desde Irán para ejecutar a Trump. Según informes, una página web iraní asegura haber recaudado más de 40 millones de dólares como recompensa. Aunque no se han podido verificar los detalles del sitio, la cifra circula ampliamente en redes sociales y medios internacionales, elevando las alarmas en las agencias de inteligencia estadounidenses.
Estas nuevas amenazas se producen mientras la administración Trump afirma estar en vías de reabrir un canal diplomático con Teherán. Sin embargo, el propio régimen iraní negó haber solicitado conversaciones, a pesar de que Washington había anunciado que las negociaciones estaban “programadas”.
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