Con el inicio de una serie de ejercicios militares sin precedentes desde la Guerra Fría, la Fuerza Aérea Estados Unidos refuerza su capacidad disuasiva en el Indo-Pacífico, en medio de crecientes tensiones con China y la posibilidad de un conflicto armado por Taiwán.
Según informó la Fuerza Aérea estadounidense, el ejercicio “Department-Level Exercise” (DLE) arrancó este martes e involucra a más de 12.000 efectivos de la Fuerza Aérea y la Fuerza Espacial, junto con aeronaves desplegadas en diversas zonas del Pacífico y del propio territorio estadounidense.
Ensayo de guerra: disuasión y despliegue regional
El objetivo central del simulacro es evaluar la capacidad del país para reaccionar rápidamente ante un ataque, redistribuyendo unidades en tiempo real y operando bajo condiciones adversas. El subejercicio “Resolute Force Pacific”, por ejemplo, simula el rápido despliegue de fuerzas para defender aliados en la región frente a una posible ofensiva china.
“El éxito de nuestras operaciones depende de poder generar salidas de aeronaves mientras estamos bajo ataque y lejos de nuestras bases principales”, explicó el general Kevin Schneider, comandante de la Fuerza Aérea del Pacífico.

A la par del simulacro, múltiples bombarderos B-52H fueron trasladados desde Dakota del Norte hasta la base de Andersen, en Guam, como parte de una operación de despliegue estratégico conocida como Bomber Task Force. Esta maniobra aumenta la flexibilidad y la capacidad de reacción del aparato militar estadounidense en una de las zonas más volátiles del mundo.
China como desafío estratégico
Tal como expuso el medio Newsweek, el Pentágono considera a China como su “pacing threat”, es decir, la amenaza que marca el ritmo de su planificación militar. Pekín ha insistido en su intención de recuperar Taiwán, incluso por la fuerza si fuera necesario, mientras que Washington ha reiterado su compromiso de defender la isla y garantizar la estabilidad regional.
El secretario de la Fuerza Aérea, Troy Meink, fue tajante: “Este ejercicio, el primero de su tipo desde la Guerra Fría, marca un momento crucial para nuestras Fuerzas Aérea y Espacial”. A su vez, el jefe del Estado Mayor, general David Allvin, resaltó la necesidad de adaptarse: “Debemos pensar fuera de la caja y operar en condiciones austeras, con redes degradadas y cadenas logísticas interrumpidas”.

Coincidencias geoestratégicas: el factor Taiwán
Los ejercicios de EE.UU. coinciden con el inicio del juego de guerra anual Han Kuang en Taiwán, un simulacro de defensa nacional que involucra todos los componentes de las fuerzas armadas taiwanesas. Aunque China no ha emitido una reacción oficial, analistas anticipan una respuesta militar con aumentos de presencia naval o aérea en el estrecho de Taiwán, una práctica común ante este tipo de eventos.
Estos movimientos se enmarcan en una dinámica creciente de competencia estratégica en el Indo-Pacífico, donde el equilibrio de poder se redefine con cada despliegue y simulacro. Para Washington, el mensaje es claro: “nuestra presencia militar está preparada para cualquier escenario”.












