El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció la reanudación del envío de armas defensivas a Ucrania, apenas horas después de que Rusia lanzara el ataque aéreo más masivo desde el inicio de la invasión. La ofensiva rusa, que incluyó más de 740 drones y misiles, dejó daños materiales significativos y volvió a encender las alarmas sobre la intensidad del conflicto, que ya lleva más de 40 meses.
Durante una reunión con su gabinete en la Casa Blanca, Trump no solo confirmó el envío de armamento, sino que además se mostró visiblemente molesto con Vladimir Putin. “No estoy contento con Putin. Nos lanza muchas mentiras, es muy amable en persona pero todo resulta ser sin sentido”, expresó el mandatario, quien incluso anticipó estar considerando apoyar un proyecto de ley del Senado que impondría sanciones severas a Rusia y a sus socios comerciales.
Escalada aérea sin precedentes en el conflicto
Según informó la Fuerza Aérea de Ucrania, la ofensiva lanzada por Moscú en la noche del 8 al 9 de julio incluyó 728 drones tipo Shahed y otros señuelos, además de siete misiles de crucero Kh-101/Iskander-K y seis misiles hipersónicos Kinzhal. La ciudad de Lutsk, en Volyn, fue uno de los principales blancos. Pese al despliegue masivo, Ucrania logró interceptar y neutralizar 718 de los 741 objetivos aéreos.
Se trata de la operación aérea más agresiva de Rusia desde el comienzo de la invasión en febrero de 2022, según los registros oficiales. A pesar de la defensa exitosa, se reportaron impactos en cuatro zonas distintas, y la caída de restos provocó incendios y destrucción en al menos 14 localidades.
El presidente ucraniano Volodímir Zelenski advirtió que estos ataques confirman la urgencia de acelerar la cooperación con Occidente: “Debemos implementar rápidamente los acuerdos ya tomados para proteger a nuestra gente. Estas entregas de armamento son críticas”, sostuvo, y destacó que Ucrania está trabajando en nuevos formatos de colaboración militar con Estados Unidos.
Tensiones diplomáticas y presiones políticas
Tal como expuso la agencia Reuters, el paquete de ayuda militar aprobado por Trump se produce en un contexto donde el propio mandatario enfrenta críticas por no haber logrado cumplir su promesa de finalizar la guerra “en un día”. En paralelo, el Congreso estadounidense avanza con una propuesta legislativa que buscaría sancionar con aranceles del 500% a países que continúan comerciando petróleo, gas o uranio con Rusia.

El presidente norteamericano también fue consultado sobre la decisión previa del Pentágono de pausar ciertos envíos a Ucrania, lo que había generado preocupación en Kiev. “¿Quién ordenó esa pausa? No lo sé, díganmelo ustedes”, respondió Trump, dejando entrever tensiones internas en su propio gabinete.
Ucrania exige una respuesta firme
Horas después del ataque del 10 de julio, que incluyó 18 misiles y más de 400 drones dirigidos a la región de Kiev y otras ciudades del norte y este del país, Zelenski volvió a reclamar una acción contundente por parte de los aliados occidentales. “Necesitamos acelerar. Estas ofensivas deben recibir una respuesta firme, y eso es exactamente lo que vamos a hacer”, declaró.
El escenario actual marca un nuevo punto de inflexión en la guerra: mientras Ucrania resiste con sus defensas aéreas, Estados Unidos retoma el envío de armamento y evalúa redoblar las sanciones. A medida que Rusia intensifica sus ataques, la presión sobre Washington y Europa para actuar con más determinación crece día a día.
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