El diario Yomiuri informó que Japón transferirá seis destructores de la clase Abukuma, usados durante más de 30 años por su Fuerza Marítima de Autodefensa, a Filipinas. El objetivo de esta medida apunta a reforzar la capacidad de disuasión conjunta frente a la creciente influencia naval de China en el Indo-Pacífico.

En este sentido, el acuerdo se alcanzó durante una reunión entre el ministro de Defensa, japonés, general Nakatani, y su homólogo filipino, Gilberto Teodoro, quienes además anunciaron la transferencia de seis destructores de escolta de la clase Abukuma a la Armada de Filipinas. Según el Yomiuri, la Marina filipina inspeccionará las unidades durante el verano boreal como paso preparatorio de la transacción.
La transferencia representa un hito para Manila, que hasta ahora solo cuenta con fragatas y corbetas, sin destructores en su flota. Los Abukuma, con desplazamiento de 2 000 t, tripulación de unos 120 marinos y equipados con misiles antisubmarinos, antibuque, torpedos y cañones, supondrían un salto en potencia naval.
Para ajustarse a las restricciones impuestas por la constitución pacifista japonesa, Tokio clasificará la transferencia como un “proyecto de desarrollo conjunto”, incluyendo mejoras de sistemas y comunicaciones solicitados por Manila.

La colaboración militar entre ambos países ya incluye ejercicios conjuntos, un paquete de ayuda para radares y un acuerdo de acceso recíproco que permite desplegar fuerzas en territorio mutuo —el primero de su tipo para Japón en Asia—.
Desde China no hubo declaración oficial al respecto. Sin embargo, medios estatales chinos advirtieron que la medida se enmarca en una estrategia dirigida a contener a China bajo la cobertura de la alianza occidental Indo-Pacífico.
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