Este martes, el gobierno de Alemania acusó formalmente al ejército de China de haber apuntado con un dispositivo láser a una de sus aeronaves militares que participaba de una misión europea en el Mar Rojo. Según fuentes oficiales citadas por Der Spiegel, el incidente ocurrió en cercanías de la costa de Yemen, mientras un avión de reconocimiento alemán cumplía tareas en el marco de la operación Aspides, una misión militar respaldada por la Unión Europea para proteger la navegación internacional de los ataques de los rebeldes hutíes.

Fuerzas Navales de la Unión Europea Aspides) desde Wilhelmshaven. Créditos: Bundeswehr/Julia Kelm
El hecho no sólo provocó una dura reacción por parte de Berlín, sino que el gobierno también convocó al embajador chino para presentar una queja diplomática. “La puesta en peligro del personal alemán y la interrupción de la misión son completamente inaceptables”, declaró el Ministerio de Asuntos Exteriores alemán en un comunicado.
Si bien no se especificó el lugar exacto del incidente, se remarcó la gravedad del acto y su impacto directo sobre la seguridad del personal desplegado. Principalmente porque desde Alemania afirmaron que lo sucedido no se trata de un hecho aislado, y que la simple convocatoria del embajador “no es una respuesta suficiente”.
Los detalles del hecho y la multiplicidad de denuncias
Según lo comunicado por Alemania, la aeronave se encontraba apoyando la misión europea cuando un buque de guerra chino disparó con láser al avión “sin motivo y sin contacto previo”. Un portavoz del Ministerio de Defensa alemán declaró que el avión, una plataforma multisensor que funciona como un “ojo volador”, estaba vigilando la zona.
Técnicamente, el vuelo se abortó por precaución y la aeronave aterrizó sin problemas en una base de la cercana Yibuti, en el Cuerno de África. Posterior a ello, se reanudó su despliegue en la Operación Aspides. No obstante, Alemania destacó que el uso de un láser como tal puede “poner en peligro al personal y al equipo”.

Y si bien se trata de un hecho inusual en esta vía fluvial, Estados Unidos y sus aliados han acusado en repetidas ocasiones al ejército chino de utilizar láseres para lanzar destellos a aviones y barcos en otras regiones. En esta ocasión, la plataforma estaba siendo operada por un proveedor de servicios civil-comercial sin personal militar, la cual se utiliza para recopilar datos de reconocimiento y proporcionar conocimiento de la situación a las fuerzas europeas implicadas.
Lo cierto es que China ha sido acusada varias veces en los últimos años de apuntar con láser a aviones y buques militares. En 2018, Estados Unidos acusó a China de herir a pilotos mediante el uso de láseres para interferir con aviones militares en África. Situación similar ocurrió en 2022, cuando Australia acusó a China de apuntar con un láser a uno de sus aviones de vigilancia. Tripulaciones de helicópteros australianos denunciaron anteriormente haber sido blanco de rayos láser en el Mar de China Meridional, igual que Filipinas.
Sobre la operación Aspides
El hecho ocurre en un momento de creciente militarización del Mar Rojo, con la participación de actores globales y una pugna entre potencias por el control indirecto de las rutas marítimas más críticas del mundo. China, por su parte, mantiene una base naval en Yibuti y ha incrementado su presencia en las rutas comerciales del sur de Arabia.
En este contexto, Alemania impulsa una iniciativa europea conjunta de vigilancia y control en el territorio para disuadir a los rebeldes hutíes en el Mar Rojo. Como Europa considera que los ataques del grupo con base en Yemen ponen en peligro la vida de civiles a bordo de buques mercantes y comerciales, afectando directamente el comercio marítimo y sus beneficios para la comunidad internacional, se adoptó este mecanismo como resultado de un Concepto de Gestión de Crisis.

El pasado 10 de enero de 2024, el Consejo de Seguridad de la ONU adoptó la Resolución 2722 (2024), condenando enérgicamente los ataques hutíes contra buques mercantes y comerciales por constituir una violación de la libertad de alta mar y del derecho de tránsito en los estrechos utilizados para la navegación internacional. El Concepto de Gestión de Crisis para una posible operación de seguridad marítima de la Unión Europea (UE) fue aprobado el siguiente 29 de enero, dando por establecida formalmente a la misión el 8 de febrero del mismo año.
Así, la UE puso en marcha la EUNAVFOR ASPIDES, operación cuya finalización se prorrogó para el 28 de febrero de 2026. El objetivo es “salvaguardar la libertad de navegación en relación con la crisis del Mar Rojo” para que los buques de todos los Estados en el Mar Rojo, incluidos los que transitan por el estrecho de Bab al Mandab, puedan navegar libremente.
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