El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció que impondrá un arancel adicional del 10% a todas las naciones que adopten políticas alineadas con el bloque BRICS, al que calificó de “antiamericano”. La advertencia se difundió el domingo a través de su plataforma Truth Social, en paralelo al envío formal de cartas a socios comerciales, como parte de una estrategia para forzar renegociaciones bilaterales antes de la reactivación general de tarifas prevista para el 1 de agosto.

Las misivas, que comenzaron a enviarse este lunes 7 de julio, contienen los nuevos términos arancelarios que Estados Unidos pretende aplicar de forma unilateral a diversas naciones, según confirmó el propio Trump desde Nueva Jersey.
El endurecimiento de la política comercial estadounidense coincide con la XVII Cumbre del bloque BRICS celebrada en Río de Janeiro. En su declaración final, los líderes del grupo expresaron su rechazo a las medidas proteccionistas de Washington y reclamaron la reforma del sistema multilateral, incluyendo cambios en la ONU, el FMI y el Banco Mundial.

Aranceles, presión diplomática y respuestas dispares
Las medidas forman parte de una ofensiva más amplia lanzada desde abril, cuando Trump impuso una estructura arancelaria base del 10% a todas las importaciones, bajo el argumento de restablecer la “reciprocidad comercial”. Esta política, suspendida por 90 días tras una primera ola de reacciones internacionales, retomará plena vigencia el 9 de julio. El nuevo paquete apunta ahora directamente a los países que, según la administración, promueven una agenda contraria a los intereses estratégicos de Estados Unidos a través del BRICS.
Trump afirmó que espera cerrar entre 12 y 15 acuerdos antes de esa fecha límite. Según fuentes oficiales, ya se han logrado entendimientos con Reino Unido, Vietnam y China, este último a través de una reducción recíproca de aranceles. En cambio, otros países han adoptado una postura más cautelosa. El primer ministro japonés, Shigeru Ishiba, sostuvo que su país “no cederá fácilmente” en la mesa de negociaciones.

La sombra del desacoplamiento financiero y el rechazo a la desdolarización
Este nuevo capítulo se inscribe en una escalada más profunda. En noviembre pasado, Trump ya había amenazado con aranceles del 100% a cualquier país que promoviera la creación de una moneda común alternativa al dólar en el comercio internacional. La idea, impulsada por el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, fue discutida informalmente dentro del bloque BRICS, que desde 2023 incluye también a Egipto, Irán, Emiratos Árabes Unidos, Etiopía e Indonesia.

India, uno de los actores clave del grupo, negó entonces estar promoviendo la desdolarización, aunque se ha mostrado receptiva a acuerdos en monedas locales con países como Rusia o Emiratos Árabes Unidos.
La nueva amenaza del 10% parece reforzar esta línea de contención geoeconómica. El secretario de Comercio, Howard Lutnick, declaró que “las tasas y los acuerdos ya están en proceso”, y que la administración aplicará “máxima presión” para acelerar los resultados. Por su parte, el secretario del Tesoro, Scott Bessent, negó que se trate de un nuevo aplazamiento: “Esto no es una fecha límite. Es cuando ocurrirá”.
Fracturas geopolíticas en la antesala de una reconfiguración global
La cumbre del BRICS, celebrada bajo estrictas medidas de seguridad en el Museo de Arte Moderno de Río, estuvo marcada por ausencias notorias como la del presidente chino Xi Jinping y la del ruso Vladímir Putin, quien participó por videoconferencia. También se destacó la ausencia del presidente iraní Masoud Pezeshkian, luego de los ataques conjuntos de Estados Unidos e Israel sobre objetivos iraníes.

Aunque no se refirió directamente a las amenazas de Trump, la respuesta del mandatario estadounidense fue inmediata, reforzando la retórica de confrontación.
Mientras Washington presiona bilateralmente a sus socios comerciales y redobla sus aranceles, el bloque BRICS continúa avanzando como contrapunto diplomático y económico. Las próximas semanas serán clave para definir hasta qué punto esta ofensiva arancelaria logra resultados concretos o termina profundizando el desacoplamiento comercial entre Occidente y las economías emergentes.
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