Alemania adoptó un plan presupuestario que contempla invertir 649.000 millones de euros en defensa hasta 2029, una iniciativa que busca elevar el gasto militar al 3,5 % del PIB, muy por encima del actual 2,4 %. Este cambio estratégico se inscribe en la respuesta europea a la invasión rusa de Ucrania y a las demandas de la OTAN y Estados Unidos.

En este sentido, el presupuesto de 2025 contempla 86.000 millones de euros para la Bundeswehr (95.000 millones incluyendo ayuda a Ucrania), cifra que crecerá anualmente hasta alcanzar los 162.000 millones en 2029, de los cuales 9.000 millones anuales se destinarán a Kiev. La financiación se apoyará en préstamos por 400.000 millones, facilitados por una reforma constitucional que flexibiliza el estrictísimo “freno de deuda” del país.
Sin embargo, expertos advierten que este plan implica un endeudamiento, ya que el déficit neto para 2025 se estima en 81.800 millones de euros, significativamente superior a los 33.300 millones del ejercicio anterior. Parte de los fondos proviene del fondo especial de 100.000 millones creado en 2022, diseñado para modernizar la defensa, que se agotará en 2027.

A esto se suma otra movida del gobierno, liderado por el canciller Friedrich Merz, que aprobó también una reforma legal para acelerar las compras militares, permitir adelantos a empresas y priorizar proveedores nacionales o europeos bajo cláusulas de seguridad, aunque seguirá requiriendo la aprobación parlamentaria para contratos superiores a 25 millones de euros. Además, se busca ampliar las capacidades en defensa aérea, ciberseguridad y vigilancia satelital, y aumentar el número de efectivos hasta 260 000 soldados
Críticas internas al interior de Alemania
La iniciativa, aunque respaldada con mayoría (71 % del Bundestag), no estuvo exenta de tensiones internas. El SPD de izquierda calificó de “irracionales” ciertos objetivos de gasto militar, y Los Verdes acusaron al Ejecutivo de hacer “trucos” contables, ya que asumen fondos preexistentes en lugar de incrementar el presupuesto real.

El objetivo oficial, según Merz, es transformar la Bundeswehr en “el ejército convencional más fuerte de Europa” y responder a una amenaza creciente. “No es para favorecer a Estados Unidos, sino porque Rusia amenaza la libertad de toda la zona euroatlántica”, afirmó ante el Bundestag.
Te puede interesar: Alemania enviará buques de guerra al Ártico para frenar el avance militar de Rusia













