El Reino Unido y Japón, dos de los principales aliados estratégicos de Estados Unidos en Asia y Europa, se preparan para llevar a cabo operaciones conjuntas de portaaviones en el Pacífico occidental, en una muestra explícita de poder naval ante la creciente presencia militar de China en la región.

La operación conjunta incluirá ejercicios de entrenamiento entre la Marina Real británica y la Fuerza de Autodefensa Marítima de Japón, con la posibilidad de que los cazas furtivos F-35B del Reino Unido realicen vuelos desde el destructor portahelicópteros japonés JS Kaga, modificado recientemente para operar con este tipo de aeronaves. De concretarse, sería la segunda vez que el buque japonés lleva a cabo este tipo de operaciones desde las pruebas efectuadas en noviembre pasado frente a la costa de California.
Respuesta aliada al despliegue naval de China
La intensificación de las maniobras anglo-japonesas se da en un contexto marcado por el despliegue simultáneo de dos portaaviones chinos en el Pacífico, algo sin precedentes y considerado por las potencias occidentales como una señal de creciente asertividad militar por parte de Pekín.

El Prince of Wales, con base actualmente en el mar de Java tras una parada en Singapur, continuará su trayecto hacia el norte de Australia para participar en el ejercicio conjunto Talisman Sabre, mientras se evalúa la posibilidad de coordinar vuelos con el buque de asalto anfibio estadounidense USS America, también capacitado para operar con F-35B. Estas acciones refuerzan la interoperabilidad entre los aliados occidentales en una zona de creciente tensión geopolítica.
Un nuevo enfoque estratégico en el Indo-Pacífico
El despliegue naval del Reino Unido forma parte de su renovada estrategia de presencia global, que busca proyectar su poderío más allá del Atlántico. En palabras de la Royal Navy, la misión del grupo de ataque liderado por el Prince of Wales tiene como objetivo demostrar el compromiso británico con la seguridad y estabilidad del Indo-Pacífico, en coordinación con socios como Japón, Australia y Singapur. Este año se conmemoran además los 60 años de relaciones diplomáticas entre el Reino Unido y Singapur, fortaleciendo aún más la dimensión diplomática del despliegue.

La decisión de avanzar con ejercicios conjuntos de portaaviones entre Reino Unido y Japón cobra mayor relevancia al considerar que Estados Unidos solo cuenta actualmente con un portaaviones desplegado de forma permanente en el Pacífico occidental, el USS George Washington, con base en Yokosuka. En este escenario, la cooperación entre potencias aliadas emerge como un elemento clave para equilibrar el poderío creciente de China en el Mar de China Meridional y zonas circundantes.
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