Con el objetivo de reforzar a la OTAN en Europa del Este y proteger a la alianza de las amenazas de Rusia hacia la región, el Ministerio de Defensa de Noruega anunció que desplegará aviones de combate F-35 en Polonia. Puntualmente, los cazas serán desplegados en la ciudad polaca de Rzeszów, centro neurálgico de la logística occidental hacia Ucrania.

La decisión busca fortalecer la defensa aérea y antimisiles de la OTAN, pero también proteger esos corredores de ayuda militar a Ucrania desde los países aliados. “Esta es una contribución vital. Estamos ayudando a garantizar que el apoyo a Ucrania llegue a su destino y que Ucrania pueda continuar su lucha por la libertad”, declaró el ministro de Defensa, Tore O. Sandvik.
Rzeszów y una respuesta directa a la ofensiva rusa
A sólo 80 kilómetros de la frontera ucraniana, Rzeszów se consolidó desde 2022 como el principal punto de entrada de armas, equipos y asistencia humanitaria de la OTAN a Ucrania. Su aeropuerto cuenta con una pista ampliada capaz de recibir aviones militares pesados, incluidos aviones C-17 estadounidenses. Y si bien la ciudad está protegida por sistemas de defensa antiaérea, incluidos los Patriots estadounidenses, también hay aviones desplegados de la OTAN allí, como los F-35.

Ahora, el arribo de los F-35A noruegos refleja no solo una decisión técnica, sino un mensaje político claro: el control del aire en el flanco oriental es una prioridad estratégica. A su vez, demuestra que la OTAN busca adaptarse al contexto geopolítico de la región, puntualmente a las amenazas a lo largo de sus fronteras.
Las provocaciones aéreas rusas no muestran señales de disminuir, y la continuación de concentración de tropas cerca de Ucrania tampoco. Los F-35 noruegos podrían reforzar la sensación de “tranquilidad” para países de primera línea defensiva como Polonia, vigilando los límites de la OTAN.
Antecedentes recientes
El anuncio noruego llega tras una serie de incidentes preocupantes. En la noche del 22 de mayo pasada, un bombardero Su-24 ruso realizó maniobras peligrosas sobre el mar Báltico, lo que desencadenó su interceptación por aviones polacos.
Al parecer, es solo uno de los múltiples acontecimientos recientes. Se cree también que reactivó antiguas bases soviéticas y concentró más de 50.000 soldados en la región de Sumy.

En paralelo, Estados Unidos y el Reino Unido han reforzado recientemente la vigilancia aérea de Polonia con medios como los Raptors F-22 de la USAF y los reactores Typhoon de la Real Fuerza Aérea Británica. La decisión de “endurecer” la presencia aérea responde a la necesidad de disuadir incursiones enemigas desde Moscú, ya que cada nueva escuadrilla desplegada en el Este supone para Rusia una reducción en los márgenes para vuelos agresivos o exploraciones.
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