Un nuevo informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), presentado este mes de junio, alerta que el 42 % de los recursos pesqueros del Atlántico Sur—zona que abarca aguas de jurisdicción argentina— se encuentran en niveles biológicamente insostenibles. El informe, basado en datos de 2021, fue divulgado durante la Tercera Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos (UNOC), y destaca el incremento de especies sobreexplotadas en una de las regiones marinas más productivas del planeta.

En este sentido, la merluza argentina (Merluccius hubbsi), el calamar (Illex argentinus) y el langostino patagónico (Pleoticus muelleri) son señalados como recursos pesqueros bajo presión. Si bien el stock patagónico de merluza muestra signos de recuperación gracias a un plan de manejo vigente desde 2011, los otros dos stocks principales siguen comprometidos. El calamar, de gran valor comercial y explotado por flotas extranjeras en aguas internacionales, carece de una gestión eficaz más allá de la jurisdicción nacional. El langostino, en tanto, enfrenta riesgos por efectos del cambio climático y alteraciones costeras.
La FAO también advierte sobre la situación de otras especies relevantes como la corvina rubia y la pescadilla, sostenibles en la Zona Común de Pesca Argentino-Uruguaya (ZCPAU), pero con signos de agotamiento en zonas como Brasil. Por otro lado, destaca el potencial subutilizado de la anchoíta, un recurso con buena biomasa que cumple un rol ecológico clave como alimento para otras especies del ecosistema.
Fortalecer la cooperación regional en el Atlántico Sur
El informe subraya que, pese a los avances logrados en materia de monitoreo científico y manejo nacional, persisten desafíos críticos en la gestión fuera de la Zona Económica Exclusiva (ZEE). Entre las recomendaciones, se incluye el fortalecimiento de la cooperación regional, la ampliación de la cobertura de datos sobre flotas artesanales y la implementación de un enfoque ecosistémico para la administración de los recursos.

Con más de dos millones de toneladas anuales de desembarques, el Atlántico Sur representa una región estratégica para la seguridad alimentaria y el desarrollo económico de Argentina. Sin embargo, la presión creciente sobre sus ecosistemas, combinada con amenazas globales como la pesca ilegal y el cambio climático, exige una acción coordinada y sostenida para asegurar la sostenibilidad a largo plazo.
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