La Armada del Ejército Popular de Liberación de China informó este lunes que los portaaviones Liaoning y Shandong han completado su entrenamiento orientado al combate en alta mar, regresando a sus puertos de origen. Según la agencia estatal de noticias Xinhua, “el entrenamiento se llevó a cabo de manera bien coordinada y sistemática, ya que las dos formaciones navales avanzaron en el Pacífico Occidental, colaboraron con las fuerzas militares pertinentes y completaron una variedad de ejercicios en condiciones de combate”.

Xinhua destacó que buques y aeronaves militares extranjeros realizaron operaciones de reconocimiento y rastreo cercano durante las maniobras de los portaaviones chinos, aunque Pekín “se mantuvo en alerta máxima”: lanzaron múltiples salidas desde portaaviones y “respondieron con profesionalidad a todos los escenarios”. Asimismo, el entrenamiento “ha impulsado significativamente las capacidades de combate sistémico de las formaciones de portaaviones de China” y las formaciones “mantuvieron una gran vigilancia y capacidad de respuesta”.
China considera que las maniobras han producido una serie de logros en la investigación de temas militares relevantes. Según la Armada, el adiestramiento “ha puesto a prueba eficazmente los resultados del adiestramiento conjunto de las fuerzas pertinentes y ha mejorado su capacidad para salvaguardar la soberanía, la seguridad y los intereses de desarrollo del país”
Antecedentes
A partir del despliegue de los portaaviones Liaoning y Shandong, China ha realizado múltiples ejercicios en la región, relacionados con el reconocimiento y la alerta temprana, el contraataque, el asalto marítimo, la defensa aérea y el vuelo táctico diurno y nocturno de aviones con base en portaaviones. No obstante, el despliegue de ambos buques también provocó tensiones regionales y llamados de atención desde países como Japón, Filipinas y Estados Unidos.

Por ejemplo, China desplegó al Shandong en una serie de ejercicios militares en inmediaciones de Taiwán a principios de abril, incrementando significativamente la presión sobre la isla. A mediados del mismo mes, el Shandong se desplegó en las aguas del Pacífico occidental pocos días después de que Estados Unidos estacionara por primera vez su sistema de misiles antibuque NMESIS en el norte de Filipinas, en el marco de los ejercicios militares conjuntos “Balikatan 2025”.
De manera similar, el Estado Mayor Conjunto de Japón denunció a principios de junio que ambos portaaviones navegaron en el Pacífico occidental entre el 7 y el 10 de junio, en un ejercicio que incluyó más de 800 operaciones aéreas y una interceptación directa de aviones extranjeros por parte de cazas chinos J-15 armados con misiles reales. Los buques fueron desplegados más allá de la Primera Cadena de Islas, una línea geoestratégica crítica que Estados Unidos considera clave para contener la expansión marítima del gigante asiático.

Situación similar ocurrió entre el martes 17 y el jueves 19 de junio, cuando la Armada del Ejército Popular de Liberación de China realizó unas 270 operaciones de despegue y aterrizaje con aviones de combate desde sus portaaviones Liaoning y Shandong en el Océano Pacífico. El reporte oficial señala que el total de operaciones aéreas ejecutadas por portaaviones chinos en aguas cercanas a Japón desde fines de mayo asciende a aproximadamente 1.050.
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