La empresa china de inteligencia artificial, DeepSeek, con sede en Hangzhou, está siendo acusada por el gobierno de Estados Unidos de colaborar activamente con las fuerzas armadas y agencias de inteligencia de China, y de intentar eludir los controles de exportación estadounidenses mediante empresas fantasma en el sudeste asiático.

DeepSeek ganó notoriedad a inicios de 2025 al declarar que sus modelos de inteligencia artificial podían igualar o superar a los de líderes como OpenAI o Meta, pero a un costo ostensiblemente menor. Según el funcionario citado, este rendimiento estaría basado en tecnología occidental y en prácticas que desafían las regulaciones vigentes.
Vínculos con el Ejército Popular de Liberación y el uso de empresas fachada
La sospecha de una conexión directa entre DeepSeek y el Ejército Popular de Liberación (EPL) se basa en registros oficiales de adquisiciones y en los servicios tecnológicos que la firma habría prestado a centros de investigación vinculados a la defensa. El Departamento de Estado indicó que la compañía figura más de 150 veces en esos registros.

Además, el funcionario estadounidense afirmó que DeepSeek habría intentado sortear las restricciones al comercio de chips de alta gama mediante empresas pantalla en el sudeste asiático. Esta táctica buscaría aprovechar centros de datos ubicados fuera del territorio chino para acceder de forma remota a los chips H100 de Nvidia, sujetos desde 2022 a un estricto control exportador por parte de Washington.
Aunque Estados Unidos no ha confirmado que la empresa haya logrado obtener exitosamente estos chips por esa vía, el caso revela los desafíos que enfrenta la política de control tecnológico en un entorno de creciente competencia global.
Reacciones de Nvidia y consecuencias geopolíticas
Nvidia respondió a las acusaciones subrayando que no respalda a empresas que violen las normas de exportación estadounidenses, y que, debido a las restricciones vigentes, su participación en el mercado chino de centros de datos se encuentra casi anulada. La firma aclaró que, según su revisión interna, DeepSeek habría utilizado chips H800 —permitidos bajo ciertos parámetros— y no H100, como se sospecha.

En paralelo, Singapur procesó a tres ciudadanos por fraude en un caso vinculado al traslado de chips avanzados de Nvidia a DeepSeek, y el Ministerio de Comercio de Malasia inició una investigación sobre una empresa local vinculada al entrenamiento de modelos de IA con hardware estadounidense.
Tensiones crecientes en torno a la inteligencia artificial militarizada
La preocupación de Washington no se limita al uso de chips, sino que apunta también al eventual aprovechamiento de modelos de lenguaje e infraestructura informática para fines militares, como el desarrollo de armas autónomas o sistemas de vigilancia avanzados. Si bien DeepSeek no figura aún en las listas negras comerciales de Estados Unidos, su inclusión podría ser una medida considerada por la administración en caso de confirmarse las violaciones regulatorias.

A esto se suma que, de acuerdo con legisladores estadounidenses, la infraestructura de la firma estaría vinculada a China Mobile, uno de los principales operadores de telecomunicaciones estatales.
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Y ¿Cuál sería el problema? Que una empresa colabore con las fuerzas armadas de su país? Sería como acusar a Lockheed de fabricar el f22 o el f35 para la armada estadounidense