Las tensiones geopolíticas en Oriente Medio, marcadas por los enfrentamientos entre Israel e Irán, podrían acelerar un acuerdo energético clave entre Rusia y China. Así lo afirmó Kirill Babaev, director del Instituto de China y Asia Contemporánea de Moscú y asesor del Kremlin en temas vinculados a Beijing, en declaraciones a la agencia Reuters.

Rusia lleva tiempo intentando concretar el proyecto del gasoducto Power of Siberia-2, diseñado para transportar hasta 50 mil millones de metros cúbicos de gas al año desde Siberia occidental hasta el norte de China. Hasta hace unos meses, las negociaciones entre ambos países se vieron demoradas por desacuerdos en los términos comerciales. Sin embargo, según Babaev, el actual contexto internacional podría cambiar el rumbo de las conversaciones: “Con el fuerte aumento de las tensiones en Oriente Medio, es ventajoso para China aumentar los suministros desde el norte”, señaló, citado desde Reuters.
La escalada militar en la región, con ataques mutuos entre Israel e Irán, elevó el riesgo de interrupciones en el suministro de petróleo y gas desde el Golfo Pérsico, una de las principales fuentes energéticas del mundo. En ese marco, el proyecto Poder de Siberia-2 aparece como una alternativa estratégica para garantizar el abastecimiento energético a largo plazo. “La cuestión del acuerdo sobre el gas volverá a surgir porque este acuerdo puede garantizar a China un suministro ininterrumpido de energía. En las condiciones actuales, a finales de año veremos una decisión sobre el Poder de Siberia-2”, afirmó Babaev a Reuters.

El anuncio se produce en la antesala de una nueva cumbre entre los líderes de ambas potencias. El presidente ruso, Vladímir Putin, viajará a China a principios de septiembre para asistir a las celebraciones por el aniversario de la victoria sobre Japón en la Segunda Guerra Mundial, en lo que se espera sea una visita cargada de contenido político y económico. El viaje sigue al encuentro mantenido en mayo en Moscú con el presidente chino Xi Jinping.
Babaev, cuyo equipo trabaja en la preparación de la agenda presidencial, destacó que la relación bilateral sigue siendo clave para Moscú en medio de las sanciones occidentales impuestas tras la invasión a Ucrania en 2022. En 2023, el comercio entre Rusia y China creció un 26%, aunque en 2024 se desaceleró a un 1,9% y cayó un 7,5% en los primeros cuatro meses de 2025. No obstante, Babaev consideró que nuevos acuerdos en sectores energéticos y agrícolas podrían reactivar el crecimiento comercial.
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