Un análisis estratégico del Center for Maritime Strategy ha reavivado una propuesta controvertida: establecer una presencia permanente de buques de guerra de la Armada de Estados Unidos en las Islas Malvinas. El objetivo sería doble: disuadir posibles acciones militares en la región y reforzar la capacidad de respuesta ante crisis globales en zonas como el Mar Rojo o el Golfo Pérsico. La hipótesis, desarrollada por el analista Michael D. Purzycki en un artículo publicado, advierte que el Atlántico Sur, históricamente relegado por la estrategia de defensa estadounidense, podría convertirse en un nuevo foco de tensiones geopolíticas.

Aunque el Atlántico Norte concentra gran parte de la atención militar occidental, por la amenaza rusa en Europa del Este, el Atlántico Sur reúne condiciones que lo convierten en un posible escenario de enfrentamientos. Argentina, Brasil, China, Rusia, Sudáfrica y el Reino Unido interactúan en un entramado de intereses que incluye disputas territoriales, relaciones militares bilaterales, y una creciente presencia china en infraestructura marítima. La última gran confrontación militar en la región fue la Guerra de Malvinas de 1982. m
El factor Milei y la hipótesis de una nueva guerra
El artículo de Purzycki pone en foco un punto sensible: el riesgo latente de que una nueva crisis económica interna en Argentina dispare una acción bélica sobre las Malvinas como forma de distracción o legitimación política.

“El presidente Javier Milei, aunque ha utilizado un lenguaje conciliador sobre el tema, espera que las islas algún día se conviertan en parte de Argentina, como lo han hecho todos sus predecesores, electos y no electos”, señala el análisis.
Más allá de las posturas individuales, el estudio sugiere que cualquier gobierno argentino, sin importar su ideología o filiación partidaria, podría verse tentado a reactivar el reclamo por vía militar si se encuentra en una situación de extrema fragilidad interna.
Capacidades británicas en duda
El informe también pone en duda la capacidad actual del Reino Unido para sostener una guerra en el Atlántico Sur. Hoy, tras décadas de recortes post-Guerra Fría, la situación es incluso más crítica. El artículo cita al historiador Mark Felton que destacó este año que la Royal Navy cuenta con más almirantes que buques de guerra. Aunque el primer ministro Keir Starmer ha prometido aumentar el gasto en defensa al 2,5 % del PBI y reforzar la flota de submarinos nucleares, la implementación de estas medidas tomará años.

En este contexto, el despliegue de destructores con misiles guiados (DDG) estadounidenses en las Malvinas sería, según el autor, una herramienta de disuasión ante una posible agresión argentina. La mera presencia de unidades navales de EE.UU. podría generar un efecto de freno, al elevar exponencialmente el costo de cualquier acción hostil contra el Reino Unido.
Además, desde un punto de vista operacional, las Malvinas permitirían una proyección más rápida hacia zonas críticas como el Medio Oriente o África. El análisis recuerda que un buque partiendo desde la costa oeste de EE.UU. puede tardar casi tres semanas en llegar al Golfo Pérsico. Ante una eventual obstrucción del Canal de Suez, la posición austral del archipiélago actuaría como un nodo estratégico alternativo.
China, Brasil y el tablero sudatlántico
El texto también aborda la expansión de China en la región. En 2021, Argentina le negó el ingreso a un guardacostas estadounidense (USCGC Stone), en una muestra del creciente vínculo con Beijing, que incluye inversiones portuarias y satelitales. A esto se suma que Sudáfrica realizó maniobras navales con China y Rusia en 2023, consolidando una dinámica multilateral desafiante para los intereses occidentales.
La eventual coordinación con el Reino Unido para emplazar buques estadounidenses en las Malvinas podría contribuir a estabilizar la región, pero también podría ser percibida como una escalada o provocación por parte de Argentina y otros actores sudamericanos. Por eso, el autor sugiere que Estados Unidos debería buscar un equilibrio diplomático, manteniendo canales activos con Buenos Aires y Brasilia, sin dejar de reforzar su capacidad disuasiva.
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Muy interesante el planteo, pero totalmente irreal. Argentina, desde 1982, no tiene capacidad aerea, marítima ni terrestre como para intentar otra “alocada” maniobra militar de recuperacion de las Islas Malvinas. Los estrategas de Estados Unidos tendrán que buscar otra excusa más creible para desplegar parte de su flota en el Atlantico Sur
Obviamente la nota está más dirigida a los i galeses para justificar los gastos que conlleva mantenerse en las Islas. Obviamente qye EEUU no se meterá allí porq los acuerdos firmados en Tierra del Fuego el año pasado.
Interesante pero poco realista el planteo sobre la potencial amenaza militar argentina a Malvinas. Desde 1982 las fuerzas armadas de argentina carecen de medios aéreos, navales y terrestres como para intentar otra “alocada” operacion de recupracion de las Malvinas. Tal vez los estrategas o analista de Estados Unidos deban plantear otra excusa que justifque el posible despliega de parte de su flota en el Atlántico Sur.
Es increíble el delirio de esta buen señor pro británico para idear una hipótesis de conflicto militar por parte de Argentina en estos tiempos.
No se porqué no se las devuelven a Uruguay de una vez, son sus legítimos dueños.
Nunca jamás los sudamericano vamos a aceptar semejante disparate.
Sería una locura…al otra día Argentina iría alos abrazos de china…uniría Brasil con argentina…lo que si puede pasar es que EEUU tenga un base en patagonia ..tierra del fuego…pero jamás permitirá que los británicos hagan eso ..además los maz probable que si Milei le sale bien .. argentina despegue…y rápidamente tenga el pbide Francia o Inglaterra.
Argentina no va a tener ni de cerca el PBI de Francia o el Reino Unido al menos que uno de los dos entre en crisis y tenga 50-100 años de crecimiento continuo. Y Francia está lejos de tener una crisis de esa medida.
El tiempo dira que pasara con las Islas por el momento hay mucho que cambiar en nuestro Pais sobre todo cambiarle el chip a los que votaron a gobiernos que les encanta atraer votantes que les gusta vivir del estado y lo ajeno.
Un disparate. La presencia de una base de la US Navy sería mal percibida por todo el subcontinente. Sobretodo cuando se trata de un territorio en disputa. Sin embargo, está hubiera sido una posibilidad en el caso de que el proyecto de puerto chino en Tierra del Fuego hubiera prosperado. Una presencia limitada en la Base Integrada Ushuaia sería más lógico. Incluso apoyar el desarrollo de la marina Argentina en su rol de protección del paso transoceanico sería más conveniente desde un punto de vista económico.