La presencia militar del Reino Unido en el Indo-Pacífico se consolidó con el ingreso pleno del Carrier Strike Group 25 (CSG25) en aguas del océano Índico, liderado por el portaaviones HMS Prince of Wales. Este despliegue, enmarcado en la operación Highmast, simboliza la ambición británica de proyectar fuerza y reforzar alianzas en una región cada vez más definida por la competencia estratégica entre potencias.
Ejercicios navales con India: hito en la fase indo-pacífica
Uno de los momentos más destacados hasta el momento fue la realización de ejercicios con la Armada de India los días 9 y 10 de junio en el mar Arábigo occidental. La actividad involucró una amplia gama de operaciones conjuntas que incluyeron guerra antisubmarina, control cruzado de helicópteros, maniobras tácticas y programas de intercambio profesional entre oficiales.
Participaron el HMS Prince of Wales, la fragata británica HMS Richmond, la fragata india INS Tabar (clase Talwar), un submarino de ataque indio y aeronaves P-8I Poseidon. Según la Armada de India, estas maniobras “profundizan la cooperación bilateral y refuerzan el compromiso compartido con la seguridad marítima regional”.

Este ejercicio marcó el primer gran contacto operacional del CSG25 en la región, tras su paso por el Canal de Suez y el Mar Rojo, donde la fuerza realizó entrenamientos con aliados de la OTAN. El despliegue británico incluye además al destructor HMS Dauntless y buques escolta de Canadá, Noruega y España, a los que se sumó recientemente la fragata Te Kaha de la Armada de Nueva Zelanda.
Fuerza multinacional con ambición geopolítica
Con un componente humano de 4.500 efectivos —incluyendo 600 miembros de la RAF y casi 900 soldados del Ejército Británico—, el grupo de combate británico representa una de las principales expresiones de poder naval expedicionario del Reino Unido. Dos escuadrones de cazas F-35B y helicópteros Merlin a bordo del Prince of Wales consolidan su capacidad aeronaval con vistas a escenarios de alta intensidad.
El comandante del CSG, comodoro James Blackmore, remarcó que el despliegue “envía un mensaje contundente: el Reino Unido y sus aliados están comprometidos con la seguridad y estabilidad del Indo-Pacífico”.
Operación Highmast: poder militar y diplomacia comercial
El itinerario de la fuerza contempla visitas estratégicas a puertos de Singapur, Indonesia, Japón, Corea del Sur y Australia. Estas escalas incluyen demostraciones de tecnología de defensa y ferias comerciales, en línea con el Plan for Change del gobierno británico que vincula crecimiento económico con seguridad internacional.

En Darwin, Australia, se prevé fortalecer el vínculo trilateral AUKUS junto a Canberra y Washington, mientras que en Japón, el Carrier Strike Group será anfitrión del Pacific Future Forum, un evento de alto nivel con líderes de defensa y tecnología del Indo-Pacífico.
El Reino Unido busca reafirmar su rol global
Este despliegue tiene lugar tras la decisión del primer ministro británico de aumentar el presupuesto de defensa al 2,6% del PBI, en una apuesta clara por restaurar la influencia global del Reino Unido. A través de la operación Highmast, Londres demuestra su intención de ejercer un papel activo en una región donde confluyen los intereses de China, Estados Unidos, India y Japón.
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