Un nuevo informe del Programa de Datos sobre Conflictos de Uppsala (UCDP) advierte que 2024 registró el mayor número de conflictos armados desde que comenzaron los registros modernos en 1946. Con un total de 59 conflictos activos, de los cuales 28 alcanzaron la categoría de guerra por su nivel de letalidad, el mundo enfrenta un panorama de violencia generalizada. Aunque el número total de muertes por conflictos disminuyó ligeramente en comparación con 2023, el informe destaca un preocupante incremento en los ataques deliberados contra civiles, que alcanzaron su punto más alto en más de tres décadas.
Un récord impulsado por conflictos internos y guerras internacionalizadas
En 2024, el número de conflictos armados que involucraron a al menos un Estado alcanzó su nivel más alto en casi ocho décadas, con un total de 61 enfrentamientos activos registrados por UCDP. De ellos, once alcanzaron la categoría de “guerra”, superando las 1.000 muertes en un solo año. La mayoría de los conflictos fueron de tipo intrastatal, pero se observa un crecimiento sostenido de los conflictos internacionalizados, donde potencias extranjeras intervienen directamente o a través del apoyo a grupos armados.

Geográficamente, los conflictos más letales se concentraron en Ucrania, con más de 76.000 muertes, y en el Medio Oriente, donde las guerras de Israel en Gaza y contra Hezbollah en Líbano provocaron unas 26.000 víctimas, la mayoría civiles. África también figura como un escenario central: en países como la República Democrática del Congo, Sudán y Burkina Faso, múltiples grupos armados continúan disputando territorio y poder político, alimentando ciclos de violencia persistente.
El auge de la violencia contra civiles y los desafíos para contabilizarla
A pesar de una leve disminución en la cantidad total de muertes por violencia organizada en 2024 (casi 160.000 víctimas frente a 160.300 en 2023), los ataques deliberados contra civiles aumentaron de forma alarmante. Según el una publicación del Journal of Peace Research, 49 actores fueron responsables de más de 13.900 muertes de civiles en 2024, la cifra más alta desde 2014. Desde 2016, África se consolida como la región más afectada: concentró el 82% de las muertes por violencia unidireccional, con casos alarmantes en Sudán, Burkina Faso y Etiopía.

Determinar cuántas de las muertes corresponden a civiles sigue siendo una tarea plagada de obstáculos. En contextos como Gaza, Ucrania o México, la clasificación de víctimas es extremadamente difícil por la falta de acceso, la intensidad de los combates y la destrucción de infraestructura informativa. Por ejemplo, en México, el 97% de las muertes por violencia organizada en 2024 fueron registradas como de identidad desconocida, lo que refleja tanto la complejidad del conflicto narco como el riesgo para periodistas. En Gaza, solo la mitad de las más de 21.000 muertes pudieron ser categorizadas como civiles o combatientes.
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