En medio de las especulaciones por una mortífera ofensiva de verano rusa en Ucrania, EE.UU. encendió las alarmas sobre el crecimiento de las fuerzas nucleares de Moscú. Las últimas oportunidades dedicadas a establecer negociaciones directas entre las dos partes del conflicto no solo han fracasado, sino que han provocado una escalada en las tensiones. En este marco, La Federación de Científicos Americanos (FAS, por sus siglas en inglés) explica cuáles son las últimas novedades del arsenal nuclear ruso.
Rusia lleva adelante una campaña de modernización de sus fuerzas nucleares
En su encuesta anual “Cuaderno Nuclear” 2025, la FAS afirma que Rusia mantiene actualmente un arsenal de aproximadamente 5.460 ojivas nucleares, de las cuales se estima que 1.718 están desplegadas. Si bien esta cifra representa una leve disminución respecto a años anteriores, Rusia sigue siendo, junto con EE.UU., la principal potencia nuclear del mundo. Asimismo, el país continúa con la modernización de su tríada nuclear, reemplazando los sistemas heredados de la época soviética por armamento más innovador.

Moscú también está modernizando y fortaleciendo su arsenal nuclear no estratégico, que incluye misiles de doble capacidad (convencional y nuclear) tanto terrestres como navales, así como aeronaves tácticas. Aunque los lanzacohetes han sido modernizados, el número de ojivas asignadas a estos sistemas se ha mantenido relativamente estable. Durante 2024, se llevaron a cabo varios ejercicios de alto perfil con estas fuerzas, y se han documentado mejoras en un presunto depósito nuclear en Bielorrusia.
El arsenal nuclear continúa siendo clave para la doctrina militar de Moscú
No obstante lo expuesto, la renovación de los misiles balísticos intercontinentales y de los bombarderos estratégicos avanza con lentitud. Proyectos clave como el desarrollo del misil Sarmat (RS-28 o SS-29) y del bombardero estratégico de nueva generación PAK DA han experimentado retrasos y contratiempos. La fuerza nuclear basada en submarinos sí ha mostrado avances más concretos, con la incorporación de submarinos de la clase Borei en reemplazo de modelos más antiguos. Parte de los mencioados submarinos realiza patrullas estratégicas de disuasión en el mar de forma regular.

Además, se están llevando a cabo importantes mejoras en los almacenes de ojivas y misiles nucleares en las bases de las flotas del Pacífico y del Norte. Moscú sostiene una política de disuasión nuclear, subrayando la importancia estratégica de su arsenal en su doctrina militar. Las actualizaciones recientes de documentos en materia de política pública amplían los escenarios contemplados para el posible uso de armas nucleares, aunque no está del todo claro si esto se ha traducido en cambios efectivos en los planes operativos de las fuerzas armadas rusas.
Te puede interesar: Rusia comenzó la ofensiva de verano en Ucrania













