Rusia lanzó la amenaza de tomar medidas de represalia luego del ataque con drones perpetrado por Ucrania que dañó edificios en Moscú en la madrugada de este lunes. Aunque no se reportaron heridos durante el ataque, este acto calificado como “terrorista”, generó daños estructurales cerca de la sede del Ministerio de Defensa.
Allí los militares rusos llevan a cabo sus “operaciones militares especiales”, por lo que dicho golpe se constituyó como el más destacado de su tipo desde que dos drones lograron llegar al Kremlin el pasado mes de mayo. Como consecuencia de esto, se cerraron temporalmente carreteras cercanas, se rompieron ventanas en los dos pisos superiores de un edificio de oficinas afectado por un segundo dron en otro distrito de Moscú y los escombros quedaron esparcidos en el suelo, según un reportero del medio Reuters que presenció la secuela del incidente.
Por otra parte, se confirmó también que un enjambre de 17 drones lanzó ataques durante la noche en Crimea, territorio anexado por Rusia en 2014, que alcanzó un almacén de municiones y un edificio residencial. En este sentido, desde el Ministerio de Defensa ruso informaron que se utilizaron equipos antidrones y defensas aéreas para lograr derribarlos.
Asimismo, desde el Kremlin calificaron estos ataques con drones en Moscú y Crimea como “un uso adicional de métodos terroristas e intimidación de la población civil por parte del liderazgo militar y político de Ucrania”. Y al respecto, advirtieron que el país se reserva el derecho de tomar medidas de represalia, mientras que confirmaron que se continuará con la campaña en Ucrania.
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